LA VOZ QUE LEE
Categoría: Querido Diario
LA quiero a morir
Ayer una de mis amigas, a la que quiero con el alma, me preguntaba qué había sido de «mi fotografía».
La verdad es que no entendí muy bien su pregunta. Puede ser que se refiera a que mi blog, que se titula así, en parte, no esté suficientemente actualizado; y es cierto. Tendría que dedicarle más tiempo a ordenar su contenido y ampliarlo con el trabajo de estos últimos meses.
O, puede ser que me pregunte por la transformación que están sufriendo las imágenes que presento últimamente, en comparación con el tipo de fotografía que hacía hasta antes de la pandemia.
Puede que tenga razón en los dos casos; y, si existen más razones, puede ser que también tenga razón.
La quiero a morir —como dice la canción—. A Mavi la quiero con locura y la respeto, aunque sean escasas las veces que coincidimos porque la vida nos lleva por caminos cruzados…
«Ella me atrapa en un lazo que no aprieta jamás y me cose unas alas y me ayuda a subir, a toda prisa, a toda prisa…»
Como no tengo muy claro qué contestar a su pregunta, le dedico unas imágenes…



BRUJAS
Salgo de la Exposición de Judith Prat, en el Centro de Historias de Zaragoza.
Judith Prat (fotógrafa oscense) presenta un mapa visual evocador de la historia de los hechos y lugares claves de la caza de brujas en los Pirineos y Aragón entre los siglos XV y XVIII.
Identifica símbolos, tradiciones y estigmas con el objetivo de destruir viejos estereotipos y dignificar la memoria de aquellas mujeres. Utiliza la luz, elemento clave de la fotografía.
Se acerca a la historia y al territorio provocando un encuentro entre el pasado y el presente. A través de sus imágenes establece un diálogo visual entre aquellas mujeres condenadas a la horca o a la hoguera y las que en la actualidad habitan los Pirineos. Agricultoras, artesanas, escritoras, investigadoras, médicas o herreras, toman el protagonismo de esta exposición para recuperar la memoria de aquellas y defendernos como sociedad de nuevas formas de misoginia.
Judith Prat nació en Altorricón en 1973 y, tras licenciarse en Derecho y especializarse en derechos humanos, decidió dedicarse profesionalmente a la fotografía documental. Su trabajo busca interpelar al espectador, provocando en él no solo una emoción sino también la reflexión. Un trabajo, comprometido y valiente, que pone a la tierra y a la mujer en el centro del objetivo.
Ver reportaje en Heraldo de Aragón
Acompaño a esta pequeña reseña algunas fotografías tomadas por mi móvil durante la visita a la exposición.









SE TRATA DE CONTAR
Porque soy una persona libre, escribo en este blog.
Porque si no fuera la persona libre que quiero ser, tendría que buscar un lugar donde pudiera contar la verdad sobre ello. Contar cómo me va la vida con todo. La franqueza es como una madeja que se produce a diario en el vientre, tiene que desenrollarse en algún lado. Podría susurrar de cara a un pozo. Podría escribir una carta y mantenerla guardada en mi escritorio. Podría escribir una maldición en una cinta de plomo y enterrarla para que nadie la leyera en mil años.
No se trataría de encontrar un lector, se trata de contar.
Pienso en una persona de pie, sola en un cuarto. La casa en silencio. La persona lee un trozo de papel. No existe nada más. Todas sus venas se pasan al papel. Toma la pluma y escribe en él unos signos que nadie más va a ver; le confiere algo así como una plusvalía,
y todo lo remata con un gesto tan privado y preciso como su propio nombre.
Extractado de un texto de Anne Carson*
(*) Anne Carson es poeta, ensayista, traductora y profesora de literatura clásica y comparada en la Universidad de Michigan. Está considerada por la crítica literaria como la poeta viva más importante de las letras anglosajonas. Fue galardonada en 2020 con el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
¿De qué manera?
Desde muy joven mantengo una relación de amistad con la torpeza y el error. Como dice Irene Vallejo en uno de sus textos publicado en El País, quizá por esa sabiduría que enseñan las cicatrices.
Ella se refiere a la adolescencia, pero yo hace tiempo que pasé de ella. Reconozco que, en algunas ocasiones, me horroriza equivocarme y defraudar, porque escuché en mi infancia la frase fatídica que hirió mi autoestima para siempre: Si no tienes nada importante que decir; cállate. He madurado silenciando mis preguntas cuando he pensado que debería de saber las respuestas; he ralentizado mis pasos por miedo a un posible tropiezo; he cerrado puertas a mi espontaneidad ante el miedo al desacierto.
Me doy cuenta de que no soy la única persona que sufre de remordimiento y ansiedad. Irene, sabiamente, supongo que para aliviar algún alma abatida que pudiera existir por esta circunstancia, recuerda hechos que ocurrieron antes del siglo V antes de Cristo. Leo con interés la fórmula para protegerme de alguna manera.
Habla de Anne Carson, nacida en Toronto, en 1950, escritora, poeta, ensayista, traductora y profesora de literatura clásica y comparada en la Universidad de Michigan. Está considerada por la crítica literaria como la poeta viva más importante de las letras anglosajonas. En 2020 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
Mucha gente, incluyendo a Aristóteles, opina que el error es un suceso mental interesante y valioso. No es solo que las cosas no son lo que parecen, y de ahí que nos confundamos; además la equivocación es en sí valiosa.
Nuestras estupideces tienen el mérito de zarandear el entramado de inercias y tópicos que nos fabricamos para avanzar cómodos y monótonos por la vida. Hay una belleza veterana y aguerrida en el hecho de reconocer las sandeces propias sin drama, disimulo ni autoflagelación.
Como decía al principio de este pequeño comentario; estoy familiarizada con el miedo a la torpeza y el error, aunque me falta ese punto de heroicidad para lidiar con el ridículo; imaginación para convertir mi torpeza o error en una obra de arte, utilizar el humor como consuelo y a través de él reivindicar esa risa humilde pero no humillante. Y, en definitiva, aprender a salir airosa afirmando mi propia dignidad tambaleante.
Mi agradecimiento a Irene por compartir la gran calidad de su escritura.
¿Quién mató al mar de aral?
Ayer asistí a una Tertulia Poética. Cada día me sorprende la vida con nuevos datos que quizá debería de re-conocer y ocurre que no. Es cierto que la región del globo terráqueo a la que se refiere el prólogo del libro de Miguel Angel Yusta «Postludio» escrito por Valentín Martín está lejos de mis destinos preferidos, por lo que la información relacionada no entra en los algoritmos que baraja internet para tenerme actualizada. Así es que debo de aceptar mi desconocimiento y dedicarme a documentarme a propósito, lo que me permite un mayor disfrute del contenido del libro que tengo entre manos.
Dice en el prólogo Valentín Martín: «El autor del libro entra en los tiempos con los ojos abiertos y vivos, dejando un rastro de corresponsal de la guerra que vivió, de la paz que vivió, de los soles y sombras que vivió, sin saber muy bien si está entre los vencedores o los vencidos.«
Hay un mar que se muere
Metáfora del hombre que destruye,
enajenado, el mundo.
Aral, antaño hermoso,
lleno de vida, barcos y alegría,
hoy símbolo de muerte y destrucción.
Ni por treinta monedas tan siquiera.
El hombre se ha vendido
solo por baratijas y espejismos
y navega cegado hacia la Estigia
…
Los pájaros vigilan en la noche
insomnes sobre horas desmayadas.
mientras, en el olvido,
yacen cansados gritos de ceniza.
El tiempo se disfraza de fantasma
junto a los cuerpos y las almas rotas
liberados al fin de servidumbres.
Diluido el dolor, la soledad es cierta.
…
Agotar el secreto de las horas
con el bello Cuarteto de Beethoven,
cuando la vibración de los sonidos
estremece el silencio.
Contemplar en penumbra
la liquida mirada de unos ojos,
inmenso mar de notas enlazadas
donde navega el fuego.
Regresar al contacto
de huellas y certeza
con manos que dibujan cadencias y deseos
mientras, sobre el compás, muere la tarde.
…
No me canso de ti ni del sonido
que forman las palabras
con que tejes mis sueños.
Es como caminar por una estela
donde sembraste lunas
en tardes apacibles de silencio y miradas.
«el poeta, en fin, deja que de su herida en el costado crezcan árboles
con suave gorjeo en las alturas de los sueños…«
Tertulia Poética en FNAC organizada por TRANSVERSORES.
Ponentes Miguel Ángel Yusta, Amparo Baró y Eugenio Mateo
Insipidez
Querido Diario:
Escribo el título y es como si alguien me hubiera golpeado en la nuca.
De acuerdo, lo entendía referido a gastronomía, pero hoy descubro esta otra acepción.
En cuanto a las personas y sus acciones, puede calificarse de insípido a todo aquello que resulte poco interesante, que no tenga “sabor” en sentido motivador y atractivo, por ejemplo: “Estuvo una hora quejándose de sus pequeños problemas cotidianos; su insípida charla terminó por aburrirme”, “Las ideas del político son tan insípidas que dudosamente conquistará a alguna parte del electorado” o “Juan tiene una personalidad tan insípida que generalmente está solo, ya que nadie quiere compartir sus costumbres rutinarias y egoístas”. DeConceptos.com
Hubo una vez que perdimos el valor de los abrazos y el sabor de los besos.
Dicen los bien pensantes que, desde la pandemia, ya no somos los mismos. Hemos modificado nuestra actividad sensorial. Nunca seremos los mismos, porque hemos aceptado que ha habido una revolución en nuestra forma de expresarnos. Es verdad que seguimos viendo y oliendo, tocando todo, pero de una manera diferente a como lo hacíamos en otro tiempo. Atravesamos un desierto en el que la soledad era nuestra íntima compañera de habitación. Mientras ese tiempo tan vacío en el que los gestos, los abrazos y los besos tan necesitados por la especie humana durmieron en un limbo gaseoso, algunas cosas cambiaron. Y, a medida que nos fuimos despertando, nos dimos cuenta de que queríamos recuperar el tiempo que habíamos perdido. Nos dedicamos a una carrera sin final ni destino, persiguiendo cualquier tren que pudiera llevarnos a nuestro mundo anterior. Ahora que estamos en plena forma, seguimos corriendo sin saber muy bien qué es lo que tratamos de conseguir.
Por supuesto que no estamos tratando de regresar al pasado, o sí. Siempre hemos sabido que el futuro es imperfecto. ¿De qué forma podemos frenar este acelerado ritmo de vida que nos impide relajarnos y disfrutar plenamente de cada momento? ¿Cómo podemos tomar el tiempo para conversar con nuestra pareja, nuestros hijos o nuestros amigos, o simplemente para hacerles sonreír? ¿Por qué no dejarnos amar durante unos minutos sin prisa? Me refiero a permitir que la vida nos mime, y ofrecernos al verdadero don con el que hemos sido bendecidos al nacer. Amar y ser amados.
Dicen los sabios que «las formas en las que las personas usaban sus sentidos para navegar y comprender su mundo tendían a ocurrir lentamente, medidos en décadas y siglos, no en meras semanas y meses —la idea misma de que hay cinco sentidos tardó siglos en madurar».
El haber estado privados de nuestras vivencias sensoriales podría hacernos reflexionar y, en lugar de salir en busca de «estimulación», ¿no sería mejor familiarizarnos con las virtudes de la insipidez?
Y de nuevo, la maldita palabra me ataca.
Vuelvo al tema.
Decía que, actualmente, podemos elegir ocupar un puesto de honor en el podium de la insipidez, contraria a nuestra cultura occidental, o bien adoptar algo loable de la tradición china. Para los chinos, la palabra mencionada tiene el sabor de «lo virtual», no se trata de privación del sabor, sino de la capacidad de evolucionar y transformarse. La insipidez no excluye cualidades contrarias, sino que favorece una disponibilidad individual simultánea, que se mueve en armonía con las fluctuaciones del mundo y nos hace posible asociarlas con más libertad.
¡Ahí queda eso!
El filósofo François Jullien, autor del libro «Elogio de lo insípido» nos invita a repensar nuestras suposiciones. Podríamos entenderlo como una transformación silenciosa, que ocurre sin ruido, y no se despliega en el espacio, sino en el tiempo. Se trataría de una inteligencia que opera en modo continuo, no es una forma de retiro o aislamiento, sino una forma de vivir que requiere paciencia para madurar y gestar.
Termino con la reflexión del autor de este artículo —David Dorenbaum publicado en El País—, en el que me he basado para trasladar estas anotaciones a mi Querido Diario.
Bien podríamos valernos de las virtudes de la insipidez, de su espíritu de plenitud. Sería interesante no pensar en la insipidez como pereza, ociosidad o aburrimiento —todo lo cual estamos programados para sentir, con culpabilidad, en un mundo en el que el aluvión del capitalismo y las redes sociales inunda nuestros sentidos y nos desafía a actuar en consecuencia— y, en cambio, tratar de sacar provecho de la «insipidez» como una forma legítima y útil de interactuar con nuestro mundo, de una manera menos estresante y más auténtica.
¡Ojalá!
El Mar es el color de mis sueños
Os explicaré cómo me asalta el deseo de hacer una fotografía.
A veces es como la continuación de un sueño.
Una mañana me despierto con una extraordinaria alegría de vivir.
El Mar es el color de mis sueños
Robert Doisneau

Tengo un sueño de mar,
de olas tranquilas,
de rocas milenarias,
de espumas y sal.

Puedo confundir tu cuerpo
con la ola rompiente
y esa dicha efervescente,
de amor, poesía y sueños.

Vienes a mis pies
con la súplica del viento,
te deshaces lento
como el perfume fiel

En el amanecer pareces ola
golpeas mi hombro
una y otra vez tus besos
como en la roca tus labios.

Anclada te miro,
vienes y vas como los sueños
de una fotografía en el mar,
donde tu corazón es la Luz.
MI AGRADECIMIENTO POR LA COLABORACIÓN POÉTICA
DE POETAS NUEVOS
Publicado originalmente en octubre 2022
¡Soy vanguardista!
GALERÍA
Esta Galería de Fotografías tomadas de LENSCULTURE pretendo que me ayude a filtrar mis fotografías realizadas hasta la fecha y abrir un camino de aceptación de mi obra para publicarla sin pudor.









Querido Diario,
Sé que, de momento no me crees. Te absuelvo porque yo tampoco lo hago. Intento familiarizarme con lo absurdo, con la estructura de obras que me sorprenden, con la descomposición de las imágenes. Lo haré desordenando parámetros antiguos que llevo resecos cosidos a mi piel y atreviéndome a abordar temas que han sido tabús en mi vida.
Quiero que sepas que, por ello, no estoy dispuesta a renunciar a la «belleza».
Me he marcado un objetivo para este nuevo año. Voy a dejar los convencionalismos aparcados en un garaje del que desconozco la situación y, por supuesto, el número de la plaza en la que los he encerrado.
Y voy a recorrer rincones, pueblos y ciudades, caminos desconocidos por los que nunca haya caminado antes, ríos rápidos, lagos profundos y mares nuevos. Quiero vivir la tormenta de la Naturaleza en mis propias dudas, en el dolor de sentirme más pequeña y desarmada que nunca. (No te espantes, hablo a nivel fotográfico).
Quiero despojarme de mis vestiduras, investigar, buscar otras alternativas, cosas nuevas, para descubrirme con cariño en el desnudo de mí misma.
EXPRESIONISMO EMOCIONAL
In The New Year…
“And now we welcome the new year. Full of things that have never been.”
~Rainer Maria Rilke
Warm wishes for a new year filled with creativity, new adventures and happiness!
Selección Fotografías B&N 2022
Pulsar sobre cualquiera de las imágenes para verlas en mayor tamaño.















Aleshkina
Escuela de Fotografía Creativa
En catorce horas se pueden hacer muchas cosas. Se pueden hacer muchas cosas y pensar muchas más. La sesión comienza con la presentación de un plan de trabajo para los dos días de duración seguido de una esmerada y minuciosa explicación sobre el Retrato en la Fotografía. Palabras exactas de un discurso probado antes en cientos de sesiones de años de trabajo apasionado. Palabras exactas, no hay consideración para la charla. Tampoco momento que no sea para inspirar profundamente y expulsar el aire de los pulmones al aire que apenas se mueve. El ambiente incita, excita, emociona. Invita a la concentración en el tema que nos ocupa.
Se oscurece el «Estudio». Se coloca adecuadamente el foco sobre la mujer y más tarde sobre el hombre, y se enciende la luz principal, buscando el ángulo preciso. Observo la ceremonia, gestos que no dudan, rigor en la puesta en escena, el color del fondo, el «attrezzo» (conjunto de objetos y enseres necesarios para una representación escénica) hasta llegar a la imagen deseada. Luz y su contraste con la oscuridad: claro, oscuro, claro… Todo tiene un significado.
Recuerdo a Jean Loup Sieff y «La elegancia de una habitación vacía». Algo que incluí en mi Blog hace ya algún tiempo y que os invito a repasar…
Me siento bien, a gusto. Sería capaz de conquistar el mundo en estos momentos. No tengo miedo. Nada puede fallar.
Vuela el espíritu de mi cámara dentro de la gran sala, se mueve en leve baile entre las nubes de luz de color algodón que resplandecen a su alrededor, blancas, doradas a veces, jugando con las texturas, con sus sombras. Y va brotando la belleza, la elegancia, el pausado movimiento, el silencio. Todo está bien, fluye con facilidad una sesión fotográfica perfecta.
Gracias por estos momentos intensos de aprendizaje sobre fotografía y sobre la vida.















Mi sincero agradecimiento a los modelos NANE y JMG por su amabilidad y profesionalidad.
Principios
Sinceramente, no entiendo por qué últimamente no soporto ver películas de «violencia». Sin embargo, mi elección se decanta hacia documentales de Historia.
Hace seis años ya me documenté seriamente sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial en los países del Norte a propósito de un viaje que hice a Suecia y Noruega. De ello salieron algunos capítulos de lo que quiso ser una novela corta que está «en barbecho».
Con esto de la inflación y la que nos espera, y tal y como está el mundo de revuelto, he decidido cambiar hacia el «minimalismo» en todos los detalles de mi vida. Así que uno de los recortes que he hecho ha sido ajustar la programación de televisión a mis necesidades reales. Paso muchas horas frente al ordenador porque lo que tengo entre manos me apasiona. Leo y escribo mientras me acompaña una leve música de fondo. Y edito mis fotografías que, incluso algunas veces, alumbran los temas de mi blog. Y solo cuando estoy al borde del agotamiento y mis neuronas no me siguen, enciendo el aparato y busco documentales que me interesan y, por supuesto, las noticias (por mucho que me hacen sufrir).
He empezado diciendo que no quiero ver películas de violencia.
Quizá no deberías de creerme, querido diario, porque tengo una rara debilidad por la Historia de la Segunda Guerra Mundial. Todas las guerras me conmueven, todavía la de Rusia y Ucrania. Actualmente, estoy sensibilizada por la revolución que se está produciendo en Irán a propósito de los derechos de la mujer. Bueno, no exclusivamente por los de la mujer, sino por los «derechos humanos». Sé que este tema arde en todo el mundo, que entiendo que no es exclusivo de Irán, aunque en este momento sea el foco de atención en los «medios». Me sirve para mostrar mi oposición a todo tipo de violencia «venga de donde venga».
Coincide que un amigo me mandó ayer unas fotografías desde Irán. Cae en mis manos el informe de María Ángeles López de Celis, publicado en Zenda. Y, como llevo unos días con este tema en la cabeza, decido recogerlo entre mis cosas y compartirlo por si a alguien más le interesa.
Extraigo algunas líneas del informe de María Ángeles López de Celis en la publicación de Zenda.
Hablamos de un pueblo hospitalario y generoso, sin paliativos, que ha sufrido y sufre las derivadas de una falta de libertad que dura generaciones. Que no son árabes, sino persas, repiten una y otra vez, ante la ignorancia del resto del mundo, para los que todo el que es musulmán y está en Oriente Medio es árabe. Hablan farsi, no árabe, son cultos y bien parecidos, sobre todo las mujeres, para las que vestirse cada día es un ritual repleto de códigos y limitaciones, comprobado por cualquier mujer, venga de donde venga, apenas pise tierra iraní. Aman su comida y, más aún, a sus poetas: son su mayor patrimonio, su orgullo, su legado… y desean compartirlo.
Es preciso señalar que Irán no es cualquier país, es una potencia de noventa millones de habitantes que posee una de las más grandes reservas de petróleo y gas natural del mundo. Tiene una clase media muy potente, aunque hoy vive empobrecida y agobiada. La juventud ha tenido siempre la oportunidad de ir a la universidad y vivir con cierta estabilidad, a diferencia de sus vecinos del Medio Oriente, Irak o Afganistán. Aunque la mayoría nunca ha respirado libertad, no avalarían bajo ningún concepto una intervención internacional, ni un cambio de régimen que llevara al país a una guerra civil. Debido a que el régimen iraní es la clave del equilibrio geopolítico en esa zona del mundo, su gobierno no desea guerras ni desestabilizaciones, y por eso es un enemigo acérrimo de Al Qaeda, y del Estado Islámico. Si el régimen iraní cayera en este momento, la onda expansiva se llevaría por delante la estabilidad de la región y del mercado global de hidrocarburos.
Asimismo, es preciso poner en valor la osadía y el coraje de las mujeres iraníes, que han demostrado desde hace mucho tiempo que son capaces de enfrentarse al conservadurismo del régimen. En 2009, cuando tuvo lugar la «Revolución Verde», fueron las mujeres las principales protagonistas.
¡No al velo, sí a la libertad y a la igualdad!, gritan las activistas en Teherán.
Desde 1979, Irán vive bajo un régimen clerical. El líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Jomeini, dio paso a un sistema político en el que los clérigos y el ejército tienen primacía, aunque se celebran elecciones, como es de imaginar, en un ámbito tan restrictivo como manipulado. Las mujeres, en este marco, quedan bajo la tutela de los hombres y, aunque han ido muy poco a poco conquistando parcelas de libertad, siguen estando bajo un yugo muy represivo.
Por otra parte, estar ante las ruinas de Persépolis, la plaza mayor de Isfahan o la Mezquita del Viernes, es quedarse maravillado, aunque más impactante será el recuerdo que quedará de este pueblo culto y acogedor, para el que sus visitantes somos sus más importantes valedores y los embajadores que contarán al mundo la realidad de Irán, en la seguridad de que, descubriendo rincones remotos y culturas diferentes, eliminaremos la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos construimos.
La belleza natural del país.
Incluyo algunas imágenes de internet que han llamado mi atención.





Ver el informe completo en: Las mujeres iraníes
Una receta
Querido Diario.
Facebook suele recordarte el «aniversario» de algunas de las entradas en tu propio blog. Ayer quise celebrar una receta que aprecio, pero visto hoy, el resultado no ha sido lo que esperaba. Por eso hoy me permito la licencia de incluir «la receta de la Tarta de La Viña», por si a alguien más le interesa.
TARTA DE LA VIÑA – SAN SEBASTIAN
Ya simplemente escuchar o pensar en la palabra «queso» me hace salivar, y es que es uno de mis ingredientes preferidos tanto para comer tal cual como para utilizar en la cocina, ya sea para recetas saladas y por supuesto también en las dulces. De hecho, mi postre favorito es la tarta de queso, ya sea horneada o fría, con base de galletas o sin ella, acompañada de alguna mermelada, con quesos de distintas clases… y la de hoy sin duda alguna está en el top de mis preferidas.
Esta receta de la tarta de queso de La Viña es la que han dado a conocer desde el propio restaurante que está en San Sebastián (País Vasco) y que tan famoso se ha hecho por su tarta de queso. Es una tarta horneada con una elaboración más que sencilla, sin ni siquiera base de ningún tipo ni mermeladas coronándola. Es una auténtica tarta de queso con un toque dulce ajustado para que no se pierda lo más importante: que tenga mucho sabor a queso.
Mezclar, hornear, reposar y a disfrutarla, no tiene mucho más. Además del sabor, también es muy destacable su textura, que según si la horneas más o menos tiempo quedará más desmigada o por contra más compacta, pero muy rica en ambos casos (en la receta te indico cómo hornearla para conseguir una u otra opción). Es una de esas tartas ideales para preparar incluso quienes no han elaborado nunca una, siempre queda de 10. Si te gusta preparar dulces, no tienes más que consultar nuestra sección de postres para ampliar tu recetario, y más concretamente las tartas que de forma casera y sencilla hemos ido elaborando, como nuestras riquísimas tartas de queso: la clásica tarta de queso al horno, la tarta de Oreo y queso fría sin horno, la tarta de queso fría con arándanos
la tarta de queso con caramelo salada y nueces sin horno y la tarta de queso fría sin horno con higos frescos.
También llevan queso la tarta de limón y queso fría, la tarta de queso y yogur al horno con manzana y masa quebrada y la tarta de turrón de chocolate y queso, muy fácil y sin horno. Y a modo de cobertura el queso está presente en la tarta Guinness de cerveza negra y chocolate con cobertura de queso, en la famosa tarta Red Velvet americana y en la tarta de zanahoria o carrot cake.
También hemos preparado otras delicias como la tarta de manzana con crema pastelera y masa quebrada, y para los más chocolateros tenemos la tarta de la abuela de chocolate, galletas y natillas, la tarta de tres chocolates, la tarta de galletas y chocolate sin horno y la receta de la famosa Tarta Sacher de Austria.
Ingredientes para hacer la tarta de queso de La Viña (molde de 20 cm):
- 600 gr de queso crema.
- 4 huevos L.
- 300 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% materia grasa). Debe estar bien fría, recién sacada de la nevera.
- 180 gr de azúcar blanco.
- 1 cucharada sopera rasa de harina de trigo o de maicena.
Preparación, cómo hacer la receta de la tarta de queso La Viña:
- Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador).
- Para preparar la mezcla puedes utilizar varillas manuales, varillas eléctricas o un robot amasador. Esta última opción es la que yo he elegido porque tengo el robot y es muy cómoda, pero sale igual de bien con el resto de herramientas. Hay que intentar no introducir aire en la mezcla por lo que el batido no debe ser muy exagerado sino simplemente para mezclar los ingredientes.
- Empieza batiendo el queso crema hasta que no tenga grumos y el aspecto sea de una crema homogénea.
- Añade el azúcar y bate hasta que esté bien integrado, apenas 2-3 minutos.
- Ve cascando los huevos y añadiéndolos de uno en uno: cuando un huevo ya se haya integrado en la mezcla, añade el siguiente
- Incorpora la harina y mezcla de nuevo hasta verla desaparecer.
- Por último, echa la nata y mezcla bien hasta que el resultado sea totalmente homogéneo.
- Corta una buena cantidad de papel de horno, que sepas que va a rebosar del molde (que debe ser desmontable), arrúgalo y ponlo cubriendo el molde, así arrugándolo se adapta mejor. La idea es que las paredes del molde queden de sobra cubiertas porque la tarta sube bastante en el horno y así se evita que se salga.
- Vierte la mezcla en el molde e introdúcelo en el horno a altura media.
- Hornea la tarta unos 40 minutos si la quieres de textura suelta como yo o unos 50 minutos para que quede más compacta. Vigílala a partir de los 30 y si se está dorando mucho por encima cúbrela con papel de aluminio y sigue horneándola.
- Cuando esté lista abre un poco la puerta del horno y deja que se enfríe lentamente 4-5 horas.
- Cuando esté a temperatura ambiente métela en la nevera y déjala reposar de un día para otro.
Tiempo: 1 hora más reposo de un día para otro
Sirve y degusta:
Cuando vayas a servirla sácala de la nevera al menos 1 hora antes para poder consumirla a temperatura ambiente que es como más sabrosa está. Puedes mantenerla en la nevera tapada 3-4 días sin problemas y personalmente a partir del segundo día es cuando más rica la encuentro.
Es una tarta de queso que hace todo el honor a su nombre, con mucho sabor a queso y un toque justo de dulzor. La textura queda un poco desmigada y resulta súper apetecible, está de auténtico… ¡escándalo!
Variantes de la receta de tarta de queso La Viña:
Esta es la receta que han dado a conocer desde el propio restaurante, aunque no sabemos si se guardan algún secreto más. Lo primero que pienso cuando hablo de versionarla es en el queso crema, ya que según la marca utilizada le dará unos matices u otros.
También se pueden introducir otros quesos, por ejemplo el queso rulo de cabra o algún queso azul como el roquefort, que se pueden desmigar y mezclar bien. Yo todavía no lo he probado y no sabría decir en qué proporción pero os animo a experimentarlo en casa si os gustan los quesos de sabor potente.
Consejos:
Es importante que al mezclar la masa no la batas en exceso o le introduzcas aire para que después se cuaje perfectamente y quede sin burbujas en su interior.
El horno influye mucho en el resultado final y dependiendo de tus gustos es posible que te guste con más o menos tiempo de horneado e incluso horneada a más o menos temperatura. Te invito a investigarlo en casa, prepararla cada vez con un horneado distinto e ir comparando resultados.
Origen: https://www.recetasdeescandalo.com/tarta-de-queso-la-vina-la-receta-autentica-deliciosa/
La rueda de la vida
Contemplo emocionada en el wasap una fotografía que me envía mi amiga Maca de su último nieto recién nacido. Mientras, en la pantalla del ordenador, aparecen imágenes del Parque Vigeland en Oslo. Es sorprendente este tipo de coincidencias.
Supongo que esas fotografías están en ese mismo momento en mi pantalla porque yo las he buscado de manera inconsciente en mi recorrido por la colección de uno de mis viajes, concretamente el de Suecia y Noruega de hace varios años. Yo pienso que existe en el universo una especie de conexión, o energía que fluye entre las personas, más allá de la intencionalidad de nuestras acciones. Y ello a pesar de las distancias y del tiempo. ¿No es maravilloso?
El parque de Vigeland ocupa más de 300.000 metros cuadrados de espacios verdes, cuidadosamente decorados con esculturas de tamaño natural que cuentan la historia de la humanidad.
El parque aloja de manera permanente un conjunto de esculturas y bajorrelieves de bronce que se inspira en acontecimientos de la vida cotidiana, evocando momentos como el nacimiento, la infancia, la adolescencia, el primer amor, la madurez, los hijos, la familia, la vejez y la muerte. Grandes obras para la reflexión. Su autor fue el escultor noruego Gustav Vigeland quien las esculpió entre los años 1907 y 1942 por encargo del ayuntamiento de Oslo. Además, todo ello fue sintetizado por otra de las célebres esculturas del parque que se llama “Livshjulet”, «la rueda de la vida«, en la que siete figuras humanas, cuatro adultas y tres infantiles se entrelazan formando un círculo.
Hoy es un día lluvioso de esos que invitan al recogimiento. Dedico las horas siguientes a recordar y preparar esta entrada para compartirla con mi amiga Maca. Quedará en mi querido diario como recuerdo de este significativo momento.
¡Estáis invitados!

Imagen que edito con tres de las fotografías relacionadas con el nacimiento de un hijo.

Monolito erótico

Adiós Pablo
Adiós a Pablo Milanés, autor de una de las canciones de amor más bonitas de todas las épocas, y de otras que han acompañado momentos especiales de mi vida.
Mereció dos Grammy Latinos por mejor álbum de cantautor (2006) y excelencia musical (2015).
Su voz era «cancionera, de patio, serenata y jardín, pero también de plaza fuerte y solidaria,
voz de isla infinita y tierra firme (…) dulce y a la vez poderosa»
(dijo a AFP José María Vitier, pianista, compositor y su colaborador cercano)
Durante su carrera artística grabó decenas de discos, musicalizó películas y a poetas como César Vallejo, Nicolás Guillen y José Martí. En 1985, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez y otros, le rinden un homenaje en el álbum Querido Pablo.
Sentir
Ya sé que ahora no se escriben cartas como lo hacíamos hace tan solo cincuenta años. ¿Qué es el tiempo me pregunto? ¿Qué es el tiempo más allá de ese tramo de vida en el que uno va de un lugar a otro, si ya está marcado desde siempre su destino? No hay lugar para las dudas. Nadie nos pidió opinión de si así lo deseábamos.
Pero tacho la primera línea de este texto y me reinvento. Cada uno tiene sus propias tristezas y no seré yo la que comparta las mías. Siento una calma blanca, a pesar del duro cautiverio. Guardaré mi angustia en algún rincón de la casa, quizás allí consiga encontrar todo lo que he perdido estos días. Aunque pensándolo bien, seguro que no me hace falta. Estoy hablando de cosas no de caricias. Puedo prescindir de las primeras, jamás de las segundas. He perdido mis mallas negras, una zapatilla de deporte blanca, las gafas…, y estoy segura de que no las escondí para no encontrarlas, como hice con el chocolate o los bombones que me regalaron antes de entrar en alarma. Pero lo más duro de todo esto es haber perdido la magia del encuentro con mis hijos, los mordiscos amorosos o el calor de sus abrazos. Sueño cada noche con sus besos. Como cantaban Victor Manuel y Ana Belén, a dónde irán los besos que guardamos, que no damos…
Me levanto de la silla frente al ordenador, desasosegada. Procuro estirar de vez en cuando las piernas y camino pasillo arriba, pasillo abajo como lo hacía Gabriel García Márquez por el río (como símbolo de amor sin final) en su novela «El amor en los tiempos del cólera». ¿Sabremos vivir este tiempo? Recorro mis propias huellas una y otra vez. Ya no quiero atajos, quiero caminar despacio y pienso que toda la prisa que nos hemos dado en llegar hasta aquí nunca tuvo sentido. El tiempo es solo un camino, ya lo dijeron otros poetas; más nos valiera entenderlo y valorar lo que tenemos a nuestro lado. Sabemos que el amor va muriendo cuando no se le presta atención. Y no hay repuesto. No vale de nada tatuar en las paredes los nombres del olvido, ni iluminar sus sombras ni quitar el polvo de los retratos antiguos; os lo digo.
Que la alegría es ese momento en el que la vida nos tira piedritas a la ventana, como decía Benedetti, para recordarnos que estamos vivos.
@Mjberistain
Material de derribo
Vuelvo a veces con la vida a cuestas al desierto temblor de la playa, con
ramas de cerezo enciendo un fuego silencioso que el mar refleja, aprieto el
corazón entre mis brazos y escucho las voces del tiempo que arden lentamente en
el azul infinito. La noche despliega entonces sus alas y muestra su cara más bella.
Blog Trianarts
(Collage para un sueño)
En Las mil y una noches soy una niña rubia con flequillo y larga trenza, casi hasta el culo, que, sin quererlo, deja escapar su pelota y corre tras ella y recorre todas las calles de su ciudad, todas sus calles bajo la lluvia, y no puede expresar lo que siente porque no puede respirar, y va dejando notas escritas en pequeños trozos de papel, porque solo quiere eso, recuperar su pelota, ese es su deseo y su libertad.
Quizá sea un sueño, quizá el recuerdo de un sueño recurrente que sigue persiguiéndome desde que era una niña rubia con flequillo y larga trenza.
Después… Yo estaba en Zumaia, en la pequeña ermita en lo alto del acantilado, allí cerca del cielo, contando estrellas. Allí perdí el álbum de mis fotografías de niña… Todo era oscuro y yo esperaba al alba entre el clamor de las olas de un mar roto y las nubes que cantaban canciones tristes.
Rocas

En todos los lugares del camino encontré rocas y musgos, líquenes,
dulces vientos ululando por los bosques,
en el aliento de las libélulas ecos de cánticos sagrados
y rumores de manantiales y aromas de rituales que me confundieron.
Líquenes





Hay momentos en los que no puedo abstraerme de la belleza de estas imágenes.
Los líquenes son organismos que resultan de la simbiosis de hongos y algas. Normalmente crecen en lugares luminosos y se extienden sobre rocas o cortezas de los árboles formando pequeñas hojuelas o costras grises, pardas o rojizas. (RAE)
Concretamente éstos los fotografié entre arbustos y árboles caídos en el pueblo La Laguna de Gallocanta en Aragón, adonde fui con el grupo de fotógrafos de ASAFONA (Asociación Aragonesa de Fotógrafos de Naturaleza) un fin de semana para presenciar el espectáculo del vuelo de las Grullas. Los momentos especiales son antes del amanecer y al anochecer. Es cuando llegan o despegan del agua volando en perfecta formación de varios ejemplares.