A tientas la vida
de la mano de la muerte,
Una niña bebe agua de un charco,
nieva sangre sobre sus ojos.
La tierra se descompone
entre el lodo y el odio
porque hay dioses menores
con alas de hierro
asestando golpes de luz
por los parques vacíos.
¿También los dioses derrotados
sentirán miedo a la hora de morir?
—me pregunta—
¡Qué triste sentir misericordia
mirando a una niña a los ojos!
Sonrío, llorando en silencio…
Confío en que veamos cruzar los ríos y los mares del mundo a los dioses menores derrotados
con sus lóbregas sombras, alargadas, contemplando cabizbajos su propia nada.
Texto inspirado en el libro Los dioses derrotados de Pedro J. De la Peña
Me encantaría tener esa sensibilidad que muestras al escribir poesía. Sigue así…
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Gracias Jesús por tu visita a mi txoko.
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yo experimento mi vida
como regalo
a través del germen
en mi madre
al grito de sangre
en el mundo
la guerra comienza
en el odio de los demás
los chicos malos
en la mente que nosotros
son los elegidos y los buenos
la guerra encuentra
del gobierno de los hombres
alrededor de la Tierra
todas las tendencias políticas
y religiones
como la verdad
la espada
contra los débiles
mujeres y niños
diente por diente
ojo a ojo
como justificado y
la guia espiritual
un dogma contra todos los hombres
como castigo de su dios
nuestra gran madre tierra
permanecerá
Incluso si nosotros
nuestros hermanos y hermanas
nuestros niños
en el matadero
una guerra total
haber erradicado
la Piedad
amor
fuera de la boca
una palabra hipócrita
una hoja de parra
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Gracias por tu texto hgamma.
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Que la poesía siga naciendo en ti de esta manera, María Jesús. Gracias y un gran abrazo.
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Gracias a ti mi querida Isabel, un abrazo fuerte!
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Isabel, me emociona que me digas esas cosas cuando a veces me cuesta tanto nacer en mí misma. Te quiero y te echo en falta. Un gran abrazo
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