Cuadernos rotos



LLoro, como cuando llueve,
sin motivo ninguno.

L.M.Malo Macaya

Es el tiempo de perder los papeles,
la memoria se desmorona
en abstractas pinceladas
de colores desvaídos.

En algún momento dejé de leer
mis antiguos cuadernos de poemas,
fue el paso inclemente del tiempo
quien borró la inocencia de sus huellas.

Soy una ausencia en el nuevo lenguaje
del mundo, vivo en un sueño profundo.
No recuerdo dónde olvidé mis gafas,
ni las alas de mi pañuelos blancos.

He roto mis cuadernos
¿Cuándo, dónde olvidé tus nombres, amor?

@mjberistain


Ayer fue un día muy especial. Llevo días acordándome de mi madre. El 14 de mayo hubiera sido su cumpleaños. Tenía 19 años más que yo. A medida que avanza el tiempo, pienso más en ella, y en mi padre, que ya no están conmigo. Coincide que estoy leyendo el poemario de Luis Miguel Malo Macaya (regalo que agradezco a la Editorial Macaya) que con gran acierto, respeto y lirismo toca el tema del desconsuelo y la espera, de las incertezas del futuro y las deudas con el pasado. Coincidió que TV1 reponía ayer la película El Padre protagonizada por el magistral Anthony Hopkins. Sin querer abundar en el tema «penoso aunque cercano a todos», incluyo reseña tomada de internet, escrita por andres suarezfernandez.





A esa hora callada

Poema de Montse Ordoñez


Siempre hay una hora callada en los domingos

en ella te pierdes y te invade la sensación

de que en la soledad eres extranjero

y piensas de repente en esa mentira

de que el tiempo lo cura todo

no es verdad

lo agranda

Y en esa hora callada sientes

que a tú biografía le han quitado los muebles

que aunque seamos

los conservadores de nuestro museo

si no somos capaces de aprender a poner

la brocha en la grieta no seremos capaces

de reconciliarnos con nuestro pasado

Pienso en esa hora callada

que lo prudente es

dominar el idioma de la soledad

sabiendo que a la palabra la podemos llenar

de ruina y de rabia

podemos pensar en una palabra

y decir otra

hablar sin decir

decir sin hablar

todo dentro de nuestro territorio

donde hay ofensores y ofendidos

intercambiando los papeles

según avance la película

remendando los huecos de la vida

para que no se derrame

en esa hora callada

siempre en domingo.


Montse Ordóñez

@mjberistain

paco de lucia y felix grande


Música: Paco de Lucía – Entre dos aguas

Félix Grande fue un reconocido escritor y flamencólogo, que cultivó tanto el género narrativo como el lírico.

Importante representante de la innovación en la poesía española de la década de los 60.

Era guitarrista flamenco cuando, decidió cambiar la guitarra por la literatura. Se consideró siempre un aprendiz de poeta. Distraía sus heridas con música de Paco de Lucía y Camarón.

Dejó una amplia obra de poesía, narrativa y ensayo, y un sonido: el del flamenco, música que estudió con pasión.

Besarle el gozo al olvido,
cómo lo hago para besar un año entero de noches
que bebían el olvido.
Ahora cabalgo sobre un rey de corazones
como un río entre las piernas.
Ahora esas divinas cuerdas de guitarra
son mi más reciente alegría.
Quiero danzar, cada instante claro o de lluvia
este sagrado rito de vida
que me une a tu labio.
Pongo sobre mi frente un sombrero de plumas
para despedir la tristeza.
Pongo sobre mi boca el fuego
de los que leen las estrellas.


Versos degenerados

«Casida de la alta madrugada»

Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir
y te levantes medio desnuda

y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia

en algún lugar de la Tierra
yo andaré insomne por algún pasillo

careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos y escribiendo
estos versos degenerados


Del Blog Trianarts Poema de Félix Grande
«Casida» significado: Composición poética culta de la poesía árabe y persa, breve, monorrima y con un número indeterminado de versos, de tema generalmente amoroso, filosófico o moral.
Fotografía@mjberistain

Paso a dos



Buscaré una coraza para mi corazón.
De esta noche no pasa.

Porque te tengo y no te tengo
porque te pienso
porque la noche está llena de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
porque sé que te escondes en el orgullo
porque tú siempre existes
porque tu boca es sangre y tengo frío
tengo que amarte, amor
para que esta herida no duela
aunque te siga buscando y no te encuentre
aunque la noche pase y yo te tenga
y la madrugada me diga que no.



Autor: Mario Benedetti
Imagen: de Internet

ANESTESIA


A unos pasos de mí hay una sombra
podría pisar el misterio de su presencia
y esconderme en lo hondo de su espacio

efímero, como lo que hoy escribo
y es pasado entre las líneas temblorosas
que voy quemando, mientras pierdo el miedo
a encontrarme de nuevo con la muerte;

esa luz blanca que me atrapaba
como una canción desnuda
de abrazo lento,
y su grito gris en el umbral del silencio.



@mjberistain


EL JUEGO DE HACER VERSOS

Jaime Gil de Biedma


EN QUÉ CONSISTE LA CREACIÓN POÉTICA Y QUÉ FUNCIONES TIENE

ARTÍCULO DE LUIS GARCÍA MONTERO SOBRE POEMA DE JAIME GIL DE BIEDMA

 “El juego de hacer versos”, es un poema de los llamados metapoéticos, porque el poeta trata de explicar en qué consiste la creación poética y qué funciones tiene. El poeta no habla del “oficio” de hacer versos, sino de “juego” y que matiza más tarde “que no es juego” porque entiende que la poesía es más una cuestión de técnica que de sentimientos. Considera que escribir poemas es una manera de entender la vida, aunque el “placer» del comienzo se convierta al final en “vicio solitario”. «El juego de hacer versos» hace un recorrido de la trayectoria del poeta desde la nostálgica adolescencia “demasiados inexpertos, / ni siquiera plagiábamos…” hasta su decadente madurez. Como vemos, el poema tiene una estructura circular, cerrada, comienza y termina con la misma estrofa, aunque con matices diferentes en los dos últimos versos: esta variante hace destacar los efectos del paso del tiempo en la obra del autor. En este poema Gil de Biedma condensa toda su Poética, todo su proceso creador. Admite el arte como vocación, pero también como trabajo «El Arte es otra cosa distinta” … Aprender a pensar / en renglones contados / —y no en los sentimientos / con que nos exaltábamos —» El poeta sabe que la lengua es un instrumento mágico y reconoce que la mejor poesía es la rítmica «el Verbo hecho tango«.

Gil de Biedma tiene la virtud de conectar fácilmente con el lector al utilizar un lenguaje sencillo, cercano y ameno, aunque por ello no trate con gran sensibilidad temas  tan vitales como el conflicto y mala conciencia que le producen la pertenencia a la clase burguesa  “… a vosotros pecadores / como yo, que me avergüenzo de los palos que no me han dado, / señoritos de nacimiento / por mala conciencia escritores / de poesía social, / dedico también un recuerdo, / y a la afición en general“ o la búsqueda constante de su propia identidad enfrentado con el tiempo y con su propia decadencia “Que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender  más tarde / como todos los jóvenes, yo vine / a llevarme la vida por delante. / […] Pero ha pasado el tiempo / y la verdad desagradable asoma: / envejecer, morir, es el único argumento de la obra” o el amor en su largo y precioso poema “Pandémica y celeste”:  “… Sobre su piel hermosa, / cuando pasen más años y al final estemos, / quiero aplastar los labios invocando / la imagen de su cuerpo / y de todos los cuerpos que una vez amé / aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo, / Para pedir la fuerza de poder vivir / sin belleza, sin fuerza y sin deseo, / mientras seguimos juntos / hasta morir en paz, los dos, / como dicen que mueren los que han amado mucho. “

EL JUEGO DE HACER VERSOS

El juego de hacer versos
–que no es un juego – es algo
parecido en principio
al placer solitario.

Con la primera muda
en los años nostálgicos
de nuestra adolescencia,
a escribir empezamos.

Y son nuestros poemas
del todo imaginarios
–demasiado inexpertos
ni siquiera plagiamos –

porque la Poesía
es un ángel abstracto
y, como todos ellos,
predispuesto a halagarnos.

El arte es otra cosa
distinta. El resultado
de mucha vocación
y un poco de trabajo.

Aprender a pensar
en renglones contados
–y no en los sentimientos
con que nos exaltábamos –,

tratar con el idioma
como si fuera mágico
es un buen ejercicio,
que llega a emborracharnos.

Luego está el instrumento
en su punto afinado:
la mejor poesía
es el Verbo hecho tango.

Y los poemas son
un modo que adoptamos
para que nos entiendan
y que nos entendamos.

Lo que importa explicar
es la vida, los rasgos
de su filantropía,
las noches de sus sábados.

La manera que tiene
sobre todo en verano
de ser un paraíso.

Aunque, de cuando en cuando,

si alguna de esas nubes
que las carga el diablo
uno piensa en la historia
de estos últimos años,

si piensa en esta vida
que nos hace pedazos
de madera podrida,
perdida en un naufragio,

la conciencia le pesa
–por estar intentando
persuadirse en secreto
de que aún es honrado.

El juego de hacer versos,
que no es un juego, es algo
que acaba pareciéndose
al vicio solitario.

Moralidades, 1966.


Dolor redentor


Lentas siguen las lunas a las lunas,
como cede a la luz la luz, los días a los días,
el párpado tenaz al mismo sueño.
Vivir es fácil. Arduo el sobrevivir a lo vivido.
J.A.Valente

A veces me pregunto
¿Qué quedó de la Tierra de ayer,
de los momentos apenas vividos;
sobre-vividos, a golpe de metáfora?

Nadie como la noche
cultivó las palabras más audaces
contra el aire vacío.
Yo repetía a media voz
los versos aprendidos de tus labios.
Nadie sabrá
del pacto inocente que inmortalizamos
que nos hizo indignos
de los dioses más posesivos.

En hilos de lluvia deshace el viento
caricias de un tiempo no consumido,
lenta lava sobre su propio fuego*
que, como un dolor redentor, perdura.



(dedicado a P.C.)
* palabras en cursiva de J.A.Valente






UN LECHO DE DULZURA



El vacío oculta miradas
con la docilidad del desarraigo.

El vacío no es olvido.

Es un jardín donde dormita la tibieza de la luna,
un lecho de dulzura donde sestea la muerte
a esperar que el corazón se tome el último sorbo de café.



@mjberistain


Soñé ser lluvia


Voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia

Cortázar


Sońé ser lluvia
En sus ojos cerrados
Iris latido

Aura de luna ID
Corazón insumiso
A manos llenas

Hojas de otoño
Dulce vuelo de sueños
Tapiz del tiempo

Mudas miradas
Gritos que desgarran
Desconsolados

La noche cae,
Al pie de las batallas
Armas desnudas


@mjberistain

Vientos de silencio

Eros ha sacudido las entrañas de la noche
como un viento abriéndose en el monte
sobre las encinas...
SAFO


Colaboración de poesía y FOTOGRAFÍA

HAIKUS

OYE AL RIO
SEGURO QUE TE HABLA,
PEZ ESCONDIDO



En la maleta
llevo tres pesos, temor,
rencor y MUERTE


Miro al vacío
sin calcular la caída
de mi sombrero


Qué pequeño soy
bajo la sombra de tu
omnipresencia


Por altas cumbres
las largas perspectivas
me minimizan


Rumor que corre
como verdad se queda
entre la gente


Guarda palabras,
se las llevan los vientos
de los silencios


Autor Haikus: Eugenio Mateo Otto
Fotografía@mjberistain.com
Imágenes tomadas en Arditurri (Gipuzkoa), Saladas de Sástago-Bujaraloz (Aragón), Hondalea (Donostia SS), Ordesa (Aragón) y Perros-Guirec (Bretaña).

Tránsito




Tránsito el murmullo de los ríos
y las aguas embalsadas
sobre un lecho de esmeraldas atardecido.
Tránsito de llamadas al amor
de aves de primavera, arrebatadas
por la fronda de los valles.
Tránsito de lluvia menuda que no puede calmar
ansias ancestrales.

Tránsito de alegres amapolas entre el viento
alborotado, como el fruto efímero de mensajes tiernos.
Tránsito entre copa y copa de brillantes mejillas
respirando el aliento que duelen las campanas,
entre cantos y cañizales, de los pueblos pequeños.

Tránsito de luz entre el mortecino dulzor
del magma y la cadencia intempestiva del deseo.

Retazos de piel cuelgan de las paredes,
miradas andróginas; colores y formas
de caricias enmudecidas.
Ardor con nombres desgastados
por los rincones; abrigos,
dormidos aquella tarde, por los pasillos…


@mjberistain

el camino de los tilos

Escucho en el eco del crepúsculo,
llanto; esencia de lágrimas tras las batallas.
Tiempo de silencio ante el paisaje detenido.

Ven a mi vacío, ven a mi no ser,
porque las noches tiemblan como tiemblan
los labios esperando la inminente rendición

En el barro se funden las estrellas,
los tilos y las lunas rotas.
Un calor huérfano
y un gran lecho de humo
habitan el insomnio de las hogueras.


@mjberistain
Imagen de Internet – Creepypasta Wiki

La certeza de un reflejo



Aún no amanece, son las tres de la mañana.

Me apoyo en el cristal frío y desnudo
esperando a la claridad que vendrá
desde la fiel certeza de un reflejo.

Las sombras flotan palpitantes
sobre las sábanas revueltas.

Presencia de pájaros ingrávidos
rasgando límites que me desviven.
Vuelan en el silencio como palabras
de mis páginas hacia un cielo límpido.
Como alas en la noche resplandecen
ante el prodigio de ser solo un sueño
en los espejos, cuando llegue el alba.



Inspirado en un texto de Carlos Alcorta





Escarcha


Dibujaba sus labios en la escarcha del cristal
frío como una noche sin ternura,
era triste escuchar música sin abrazarle.

Había llegado en un tiempo de soledades
entre las sombras que azotaba el miedo.
Solo fue un reflejo bailando por los espejos.

El amor era un recuerdo; el aire de las flores
tristes olvidadas por los almendros,
el blanco y negro de fotografías antiguas

«En papel tan fino que se las llevaba el viento



Inspirado en Joan Margarit

Soy La ausente


Todavía un instante, mientras todo se apaga,
la piedra que recoge lo que el cielo desdeña,
esa mancha de luz
para cuando no quede
un poco de calor,
para cuando la noche…

Todavía un instante, mientras todo se pierde,
la memoria que guarda la belleza de un rostro,
esos ojos lejanos que derraman
su claridad aquí, tan dulce y leve,
ese amor obstinado
para cuando el olvido…

Pero el olvido nunca:

Un instante final que se transforma en siempre,
la luz sobre la piedra,
la mirada
que dora tenuemente todavía
—después de haber mirado—
la penumbra de un sueño


Poesía Ángel González
Fotografía@mariajesusberistain

Como hacía a veces


Vuelve tu recuerdo al costado del invierno
vestida la mirada de escarcha y frutos nuevos.

Amanecí —sería ayer— lejos de los siglos,
de los espejos y de los libros,
con una perezosa rutina de horas quietas.

Miraba los cuadros colgados de las paredes,
el mar sonaba como hacía a veces
en la atalaya de tus pies dormidos.

Quise detener el tiempo y no pude;
hordas de lluvia clamaban,
como aventurados caballos por playas
desabrigadas; no pude.

Vuelves con tu recuerdo y sin abrigo
—los pies desnudos—
a la escasa luz blanca de este enero tardío
que abriga, a orillas de las alfombras.

Yo sigo esperando
tras la ternura de los espejos,
donde el mar suena como hacía a veces…


@mjberistain

A tientas


A tientas la vida de la mano de la muerte,

Una niña bebe agua de un charco,
nieve y sangre en el azul de sus ojos.

La tierra se descompone
entre el lodo y el odio
porque hay dioses menores
con alas de hierro
asestando golpes de luz
por los parques.

¿También los dioses derrotados sentirán miedo a la hora de morir?

—me pregunta.

¡Qué triste sentir misericordia mirando a una niña a los ojos!

Sonrío, llorando en silencio…

Confío en ver a dioses derrotados cabizbajos,
sus lóbregas sombras, asistiendo a su propia nada.



Texto inspirado en el libro Los dioses derrotados de Pedro J. De la Peña



El jardín era sombra

 

Fotografía de mi amada prima Elena Gurruchaga Beristain,
fallecida el pasado día 7 de marzo – D.E.P.


Yo recuerdo tus ojos

cuando hablabas del aire,
porque el cielo venteaba en tus pupilas.

Yo recuerdo tus manos —hace frío—
arropándome al lecho como trozos
de hielo enamorado.

La luz era contigo
más clara,
la alegría en tu boca era tu boca,
y el jardín era sombra porque cuando decías
jugad en el jardín
nos cubrías de un tenue perfume de enramada.


Autor: Jose Agustín Goytisolo