Todo era humo
bajo la piel tormentosa de las sábanas;
un rapto de rudeza y ternura
como el batir de olas de un mar en furia
Antes,
el ruido era ensordecedor en la calle
solo atendía a la luz intermitente y dudosa
de los semáforos más tristes,
sabía
que lo único que deseaba era marcharse
de allí,
escapar de su cuerpo,
del aire viciado de las ciudades,
de la luz mortecina de los portales,
de la agonía de las ciento once escaleras
de paredes desconchadas
y sucias.
Escapar del miedo al deseo
que esgrimía, sin tregua, tormentas
de relojes
y arena también en su boca.
Solo pensaba en no perder
cuando perdiera el sabor de sus labios.
Más tarde,
solo escuchaba el manso rumor de los trenes
efímeros
cruzando las noches.
@mjberistain
También podría haber ocurrido en un sexto piso, lo mismo o algo muy muy parecido. Estupendo.
Salud.
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Posiblemente… Un fuerte abrazo y gracias por tu valoración.
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Siento tus versos, pero me impresiona que el sujeto esté pensando en lo que no debe de pensar cuando en el área hay feromonas que exigen. Bellos son tus versos y mas lo que sentimos. besos y rosas.
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Aprecio mucho tus comentarios Rubén. Y me gusta saber que incluso inquietan en algún momento. Gracias. Un abrazo lleno de rosas.
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Muy bella descripción del deseo, del momento, del lugar… Un beso. Feliz día.
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Gracias Julie por tu comentario. Que tengas un buen fin de semana. Otro beso
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😍😍
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Ese par de ojitos en cada cara intuyo que quiere decir que te ha gustado. A mí también que estés por aquí. Un abrazo fuerte
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Me ha encantado!!! 😘
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😍😍
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