Ha entrado sin avisar, como un vulgar ladrón
de primaveras.
La humanidad deja de respirar
como si fuera una barca que se hunde,
sin nombre.
¿Quién velará su último viaje sin ceremonia?
sombras negras —pétalos de almendros—
derramará la tierra en su recuerdo acompañando el duelo.
No es tiempo de llorar ahora
cantad y bailad, tristes músicos, frente a los espejos,
por los abismos del silencio y por la soledad de las calles,
cantad canciones de niños, que salgan a las azoteas
a las terrazas y a los balcones, cantad cánticos nuevos,
entonad himnos de esperanza que no parezcan naufragios.
No habrá tregua mientras el aire suene
con el aliento de los ausentes.
No cabe más que amor en nuestras venas
que, cuando ésto termine, desnudados de máscaras,
saldremos a los parques y a los puentes a abrazarnos
y «habrá siluetas nuevas —regalos al paisaje— y alegres golondrinas«.
@mjberistain
imagen Marie Josephe Pastre
No es tiempo de llorar. Es cierto, todas nuestras energías y voluntad estarán volcadas en vivir y recuperar el mundo arrebatado, para lo que quede de nuestras vidas y para las vidas de nuestros hijos. Un abrazo.
Salud.
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Cuanta sensibilidad en tus palabras. Solo nos queda la espereranza que este guerrero que nos ataca, por fin sepamos su punto flaco y lo podamos derrotar. La humanidad está aprendiendo que tenemos que poner el foco y la fuerza en lo que habían menospreciado, de nada sirve una gran economía si la sociedad no tiene medios para que se cuide.
Fantástica aportación. Un saludo 😁Y un abrazo
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¡Que así sea! ¡Hay que darle, como siempre, un lugar a la esperanza! Las cosas no están fáciles y nadie puede decir cómo van a terminar; pero siempre hay que dejar un resquicio por donde pueda colarse la esperanza, de lo contrario estamos realmente perdidos.
Un fuerte abrazo.
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Gracias querido amigo Roberto, espero que tu y los tuyos os encontréis bien. Cuidaros. Desde aquí un verdadero abrazo.
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Abrazo, María; y lo mismo para ti: mucha fuerza y mucha paciencia.
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Del negro al verde…. y en tono de verdad, derramada en cada palabra que nos regalas.
Muy bueno, María Jesús.
Un abrazo y cuídate.
“entonad himnos de esperanza que no parezcan naufragios”
👏🏻👏🏻👏🏻 Magnifico!!
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Cómo es posible expresar tan bien la infernal corriente que nos arrastra y, sin embargo, cantar la necesitada esperanza. Gracias Beris.
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Tus comentarios me animan a seguir intentándolo… gracias por ello, un gran abrazo.
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