La ventana daba a un mar gris y plata
Escuchaba una música de Haendel y Corelli
Repasaba tus tristezas, amiga
Si pudieras cederme el relato justo de tu pena,
alcanzara a dejar este peso y a subir poco a poco
por tus altas ternuras.
Déjame que me vea reflejada en tu espejo
y no falte a mi canto la palabra precisa.
Maria Victoria Atencia (des-arreglo)