Bajo mi piel lo siento
como sangre. Por mis venas circula
libremente. Segrega por mis poros
y vive de mi aliento.
Está en cada arteria
o vaso de mi cuerpo
y a mis huesos se adhiere
como si fuera parte,
papiloma de luz y de misterio.
Por mis ojos contempla
la vida que no es,
lo que nunca ha pasado.
A veces lo sorprendo
usando mis palabras,
construyendo oraciones
a mi costa, perdido,
sólo, en la tiniebla de mis ojos.
Nunca lo tengo ausente
de mis lágrimas y en la noche tiene
mi voluntad, mi voz, a su servicio.
Siempre me roba el sueño
y se pone delante de mis gestos.
Me usa para buscar la incertidumbre.
Provoca la soledad
para que vuelva a él, su amante.
No es amorosa nuestra relación.
Él me ignora y yo lo desconozco.
El mismo cuerpo usamos
y si un día se marchara
nadie podría alimentar, escribir,
estas palabras.
Poema de José Infante (título modificado)
Fotografía Josh Adamski
Qué bonito, mucho sentir… me encantó!
Abrazos!
Me gustaMe gusta
Poli, me alegra tu comentario, gracias y más abrazos para tí.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Precioso poema 🙂 gracias por compartirlo, besos enormes de miércoles.
Me gustaMe gusta
Silvia, me encanta sentirte entre mis líneas.
Me gustaLe gusta a 1 persona