Yo recuerdo tus ojos
cuando hablabas del aire
porque el cielo venteaba en tus pupilas.
Yo recuerdo tus manos -hace frío-
arropándome al lecho como trozos
de hielo enamorado.
La luz era contigo
más clara
la alegría en tu boca era tu boca
y el jardín era sombra porque cuando decías
jugad en el jardín
nos cubrías de un tenue perfume de enramada.
Jose Agustín Goytisolo
Fotografía Cecibustos WP