Eterna
creí la juventud durante el tiempo
aquel en el que fui joven de verdad.
El natural estado
me pareció del mundo y de los hombres.
me faltaba perspectiva.
Poco después temí perderla,
adelanté su duelo, lloré incluso su muerte
en conmovidos versos que a nadie conmovían,
exponiendo a la burla mi sentimiento puro.
Seguía siendo demasiado joven.
Desde entonces,
me he despedido de ella muchas veces
con dolor verdadero.
Y sin embargo, ahora,
cuando por fin podría alimentar
mi temor con motivos razonables,
ya no albergo temor.
Y aunque estoy bien seguro
de que vuelve a fallar mi perspectiva,
desde esta vuelta del camino
se me antoja sin duda que lo justo
sería confesarse agradecido
por lo larga y hermosa que va siendo
la breve juventud.
Poema de Vicente Gallego
Imagen: Autor desconocido
Hermoso¡!
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Bienvenida a mi casa nereadiv. Gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
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Hermoso poema. Un tema que nos toca a todos los que pasamos los cincuenta, creo.
Abrazo.
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Si, crees bien… un abrazo Roberto, recién llegada de mi viaje de nómada… Tengo que ponerme al día.
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Bienvenida seas, entonces. Y, al menos en lo que a mí respecta, relax, que no hay obligaciones de ningún tipo.
Abrazo.
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Gracias por compartir poesía de otros autores, María Jesús. Y la ilustración, ¿e quién es?
Feliz semana y un gran abrazo, amiga.
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He buscado al autor pero no lo encuentro… si lo hago lo incluiré porque creo que merece un «merecimiento». Gracias Isabel, Un abrazo fuerte.
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