Contestación de Soledad Puértolas al discurso leído por Clara Janés el 12/6/2016 con motivo de su incorporación a la REAL ACADEMIA ESPAÑOLA RAE que tituló «Una estrella de puntas infinitas». (En torno a Salomón y El cantar de los cantares)
La escritora Soledad Puértolas ha sido la encargada de dar la bienvenida, en nombre de la corporación, a la nueva académica. «Al abrir hoy las puertas de esta casa a Clara Janés, la Academia nos viene a recordar el valor de la poesía, esa misteriosa dama encargada de dar aliento y luz a la aridez de la vida y de dotarla de contrastes, complejidad y hondura, y que nos hace un extraordinario regalo, la intuición de la trascendencia».
El aire poético de los versos de Janés y de los versos que otros escribieron y que ella ha hecho suyos, ha añadido Puértolas, parece rodearla siempre. «Clara Janés escribe poesía, traduce poesía, habla sobre otros poetas y escritores en ese tono inconfundible de quienes buscan una verdad, […] esa verdad que se vislumbra, efímera, fugitiva, pero intensa y profunda».
Algunas frases de Soledad Puértolas sobre LA POESÍA
La Academia nos viene a recordar el valor de la poesía, esa misteriosa dama encargada de dar aliento y luz a la aridez de la vida y de dotarla de contrastes, complejidad y hondura, y que nos hace un extraordinario regalo, la intuición de la trascendencia.
La poesía crea un territorio donde la temporalidad tiene un valor esencialmente simbólico, metafórico. La luz que irradia es atemporal. Esa cualidad de presente perpetuo supone un contrapunto al constante fluir del tiempo y de la vida. El poema es, sin duda, uno de los frutos más delicados de la lengua.
El terreno de la poesía no se asienta sobre lo necesario ni sobre lo infalible. En él las palabras adquieren nuevos atributos, iluminan, revelan, desvelan, siembran, inquietan… Es un terreno de límites confusos, límites humanos y, por eso mismo, frágiles y perecederos, pero llenos de anhelos de eternidad.
Es preciso prestar atención a las palabras de los poetas, detenernos en estas palabras que pretenden atravesar límites, penetrar en abismos, alcanzar invisibles alturas.
Sin las palabras de los poetas, sin poesía, una lengua perdería profundidad, color, sabor, olor, música.
La poeta Clara Janés escribe poesía en ese tono inconfundible, de quien busca una verdad que se vislumbra efímera, fugitiva, pero intensa y profunda, inapelable, cuando, despojado de todo, desnudo, un ser humano se enfrenta a su temporalidad, y no la acepta, no la puede aceptar. Su grito es de dolor y de triunfo. Su palabra cargada de silencio es el triunfo. Y lo hace con asombrosa naturalidad, con esa elegancia que consiste en quitar importancia a las cosas que, al ser indiscutiblemente importantes, no necesitan ser subrayadas.
¿Qué buscamos? Destellos de luz, premoniciones de belleza. Trasladarnos al lugar donde la luz es posible. Y todo es posible entonces, no importa que dure lo que dura un suspiro. Pero importa. Sí. Importa, y por eso la meta es tan deseable. Ese destello que quisiéramos retener para siempre, con el que desearíamos fundirnos.
Nos reconocemos en nuestra sed de amor, en nuestra propia oscuridad, en cuestas que ascienden y descienden, en fatigas y desánimos que piden un instante más de vida. El instante decisivo. Ese destello, decisivo, de vida.
La serenidad de que este era, y no otro, el camino que queríamos emprender. El aire está atravesado de dudas, contradicciones, silencios. Pero era aquí donde queríamos estar, en este laberinto.
El hilo que nos ha traído hasta aquí es el ritmo de las palabras. El ritmo de las palabras cobra el ritmo de los pasos, de la andadura, de la joven que anda por la calle. Ahí está el enigma: lo que nos une perpetuamente. La calle, los pasos, la vida que atrapa y expulsa, que retiene y abandona. Solo el ritmo nos puede sostener.
Los enigmas son consustanciales a la escritura y están en el mismo centro; en el corazón de las palabras. que persiguen a tientas el momento sublime de la unión con lo amado.
Dos de los más importantes referentes de la poesía de Clara Janés son Cioran y María Zambrano.
Para Cioran «Poesía significa desmayo, abandono, no ofrecer resistencia al hechizo. Y como todo hechizo equivale a desaparición»
Para María Zambrano: «La poesía es lo único rebelde ante la esperanza de la razón. La poesía es embriaguez y solo se embriaga el que está desesperado y no quiere dejar de estarlo, el que hace de su desesperación su forma de ser, su existencia.»
«La vida es como esa música que cruza la oscuridad», dijo Clara. Música y Luz son señales de lo mágico, el misterio, lo desconocido, lo que se desea alcanzar, tocar, el lugar donde perderse.
Platón, en «El Banquete», afirma que el arte es «engendrar belleza», hacer que algo pase de no ser al ser.
Rainer M. Rilke considera que «la experiencia artística está tan increíblemente cerca de la sexual en su dolor y gozo que ambos fenómenos en realidad son solo formas diversas de una idéntica ansia y dicha».
Poesía es, una forma de humildad, porque exige un total despojamiento,
Ver CLARA JANÉS SOBRE EL CANTAR DE LOS CANTARES
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