Hay una hora malva en mí
que merodea por el horizonte
rezumando arrepentimientos…
Perverso, trénzate a mi cuerpo sagrado
enfurece a mis dioses, estremécelos
hasta extenuarlos
Brota en mí, candente lava
elévame a huracán
sobre la tierra inhabitada
Que llega la hora malva
y se abren tumbas para los castos
corroídos de envidia
¡Pobres virtuosos del amor!
prematuros derrotados
a quienes enterrará
el temblor de nuestras manos
y jirones
de nuestros gozos abrasados.
@mjberistain
Excelente querida amiga. hermoso poema has escrito. Besos y rosas
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Eres generoso querido Rubén, gracias por andar entre mis líneas. Un abrazo.
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