Cortina de oro
que lima las aristas de la entrada,
con el peso de las flores en la mano.
En el puro centro, sala de gaviotas,
parque, aro de sol ardiendo, que tuesta
el cielo y los pinares anhelantes.
Puertas, postigos entornados,
más abajo el mar, escamas chorreantes
zarzas de espumas.
Brisas, siempre húmedas…
C.Rodriguez-Spiteri (des-arreglo)
Fotografía @mjberistain 21 diciembre 2015