Paseos por los fueros


Paseos que han seguido mis pasos desde la niñez, los miro con la nostalgia de un tiempo pasado, a la vez me emociona contemplar la maravillosa conservación de estos muros a lo largo de tantos años…


Sesiones Dirección de retrato 1/2

Escuela de Paulina Aleshkina


ESCUELA PAULINA ALESHKINA
MODELO JORGE TERRER
FOTOGRAFÍA MJBERISTAIN


MONCAYO

Excursión al PARQUE NATURAL DEL MONCAYO 2.350 mts. a 91,7 km de Zaragoza

Organizada por ASAFONA, Asociación Aragonesa de Fotografía de Naturaleza


Pulsar sobre cualquiera de las imágenes para verlas en mayor tamaño


las Cinco Villas

DE Ruta por las Cinco Villas


La ruta que iniciamos hace tan solo cuatro días nos ha llevado a recorrer la zona de las Cinco Villas en la provincia de Zaragoza. Debo de reconocer que es otro de los rincones de Aragón para perderse… Su patrimonio singular lo conforman castillos, torres, murallas, plazas, templos y monasterios, que dan testimonio de las diferentes civilizaciones que han pasado por estos lugares. En ellos, bosques de altas tierras y profundos valles, llanuras de bellísimo colorido sembradas de cereal, o depresiones por donde discurren los ríos, se acompañan de flora diversa y colorida, y de fauna salvaje, especialmente de aves que expanden su canto desde el frondoso arbolado invitando a disfrutar de la belleza de la Naturaleza en su estado más puro.

Según leemos en los papeles, «nos encontrábamos ante 10.000 años de Historia». Y yo digo que es creíble porque hemos hablado con los vecinos, amables mayores, ya escasos en estos pueblos, con mucha historia vivida y ganas de contarla. Hemos tenido la oportunidad de identificar signos de las huellas del pasado. Entre otros, visitamos el territorio semidesértico de las Bardenas Reales, el yacimiento arqueológico romano de Bañales, próximo al pueblo Uncastillo. Aguarales de Valpalmas, formación de interés geológico sorprendente que recuerda, en menor escala, al valle de Goreme en Capadocia, Turquía. Otros restos medievales, como Juderías son signos de convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos. Sos del Rey Católico, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1968, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, hoy en trámite de solicitar la declaración de Conjunto Monumental. El Arte Románico presente en muchas de sus iglesias y ermitas, bien conservado y, en algunos casos, excelentemente restaurado como es el caso de la Abadía cisterciense del Monasterio de La Oliva. Casualmente llegamos allí en domingo que se celebraba de manera solemne la renovación de la Iglesia. Escuchamos las oraciones cantadas por los monjes, compartimos la Eucaristía, y nos llevamos vino de sus viñedos para celebrar con nuestros hijos el final feliz de nuestro viaje.

Dejo imágenes de algunos instantes de nuestra ruta. Pulsad sobre cualquiera de ellas para verlas en mayor tamaño.



Mejanas de Graus




Montañana – Huesca

Pueblos Medievales abandonados


Me interesa la historia de nuestros pueblos; de sus gentes. Cuando llegué a Aragón descubrí el alto grado de despoblación en sus pueblos pequeños. Aún quedan muchos abandonados… La noticia buena es que las generaciones que tuvieron que salir de sus hogares en busca de un mejor nivel de vida, son hoy familias que se van acercando a ellos de nuevo con la ilusión de volver a poner sus piedras en pié, y de disfrutar de los beneficios de una vida en armonía con la Naturaleza.

Los primeros datos sobre Montañana aparecen en el año 987 en el cartulario del monasterio de Alaón. El pueblo fue antiguamente una plaza amurallada pensada para sobrevivir en la  frontera musulmana del siglo XI. Sus habitantes compartían espacio con las órdenes militares de los hospitalarios. Con la despoblación del medio rural de la década de los años 1960, el Ayuntamiento se trasladó a Puente de Montañana y comenzó su declive.

Durante nuestro recorrido por el pueblo, nos resultó curioso el pequeño tamaño de las puertas de acceso a las viviendas, cuando según las películas que hemos visto de la edad media, pensábamos que eran gente con cuerpos de gran envergadura. Javier, un trabajador de la zona, nos habló de «La historia del vano»…

Durante la Edad Media, siglos XVII y XVIII, procedente del Reino Unido, estuvo en vigor un impuesto a las ventanas «Window-tax» (impuesto a ventanas). Para compensar las pérdidas derivadas de la degradación de las monedas, Guillermo III planteó un impuesto a la propiedad basado en el número de ventanas de una casa. En el siglo XVII no había registros para calcular la riqueza de los habitantes, se hacía según el número de chimeneas o escaleras de una casa, pero la población consideraba esta inspección como una intromisión en sus hogares. Por lo que se decidió dejar de entrar en las casas para comprobarlo. La fórmula, que nunca fue perfecta, fue la de contar el número de ventanas, dado que estaban a la vista de todos. La tasa se convirtió en «un infierno tapiado de buenas intenciones» o «el robo de la luz y el aire». La gente tapiaba sus ventanas y reducía el tamaño de sus puertas de acceso a las casas… La Ley fue derogada en 1851. Extractado de Xataka.com

Dejo algunas imágenes de nuestro recorrido por sus estrechos caminos desordenados, por el laberinto de pasadizos, porches, y por sus empinadas rampas de piedra que suben más allá de las murallas desde donde puede apreciarse la belleza de los tejados y de sus ruinas y de la vegetación que envuelve al paisaje.


pulsar sobre cualquiera de las imágenes para verlas en mayor tamaño


Pirineos – Ainsa


Aínsa es en sí mismo un monumento declarado Conjunto Histórico Artístico

De ruta por los Pirineos, en esta ocasión volviendo de Benasque, la ruta por carretera es lenta, estrecha, sinuosa y magnífica por su vegetación y el discurrir del rio Esera. Nos acercamos a Ainsa. Es uno de esos lugares que merece la pena visitar una o más veces.

Sus edificios, las piedras que los configuraron son del románico, entre los siglos XI al XVII. El pueblo está situado en el  Pirineo de Huesca. Es la capital, junto con Boltaña, del antiguo condado de Sobrarbe. Parte de su territorio lo ocupa el parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.


Berdugos de madera retorcidos utilizados en las almadías o barcazas que transportaban los troncos por los ríos


pulsar sobre cualquiera de las imágenes para verlas en tamaño rea

Imágenes recuerdo de nuestro reciente viaje por Los Pirineos, Ruta de Ribagorza y Sobrarbe – Huesca – Aragón



Artikutza


Era temprano y tenía todo el día libre por delante. Mi coche se deslizaba silencioso por aquella carretera poco transitada, estrecha y cuesta arriba. En algún momento temí desviarme y darme contra el monte, o por el contrario, caer al precipicio. La confianza de saber que era difícil cruzarme con algún otro vehículo permitía que mi mirada se perdiera por segundos en el paisaje. Hasta que, en una de las curvas, me crucé con un ciclista bajando que me alertó seriamente. Supongo que él, acostumbrado a la ruta y cuesta abajo tenía la prudencia educada, y yo, cuesta arriba y enamorada del paisaje no pasaba de veinte kilómetros por hora. Tenía todo el día por delante. Fui parando en todos los rincones posibles para contemplar con más detenimiento aquella naturaleza que me susurraba brisas y trinos de madrugada.


Pulsar sobre cualquiera de las imágenes para verlas en tamaño original


PASAJES DE SAN JUAN

PASAI DONIBANE


Prometí no hacer más fotografía de postal, pero la tentación llega cuando salgo a pasear por cualquier rincón de mi país vasco y siento la necesidad de llevarme en el bolsillo algún pedazo de su paisaje, ramas de sus bosques o el sabor del salitre para deleitarme despacio con su recuerdo cuando estoy lejos.

Esto no es un documento del pueblo que alberga, en el corazón de su casco antiguo, las casas de los pescadores preciosamente pintadas de colores, restos de su industria, astilleros, iglesias de estilo barroco donde encontrar al Cristo de Bonanza, patrono de pescadores, mercantes y corsarios. Además de su Castillo fortaleza edificado en 1621 por orden de Carlos I para proteger el puerto.

Son miradas de un tranquilo recorrido de unos quince minutos por su calle principal, atravesando la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento, hasta llegar a la bocana que sale al mar Cantábrico en el Golfo de Bizkaia, imágenes queridas que no puedo obviar por muchas veces que las haya disfrutado a lo largo de mi vida. Así es que, ahí quedan, una vez más…


Pulsar sobre cualquier imagen para verlas en tamaño original


Intimidad en el museo


Cuando voy al museo y siento que su lenguaje tiene algo distinto que decirme en esta ocasión. Es entonces cuando me despisto de las obras de arte que contiene y me dedico a mirar a lo alto, como si buscara un pájaro que se me resiste porque está escondido entre las ramas de un frondoso árbol. Yo lo siento aletear, escucho la sinfonía silvestre de sus trinos, repetidos como un mantra que me envuelve… Y me dejo llevar por el embrujo del museo, sus líneas y ángulos blancos, los vacíos saciados de la luz de un día gris que arremete contra las cristaleras creando espacios nuevos, sombras que albergan hilos de colores.

…Y, todo está bien.


Imagen portada de Mari Jose Cueli

Pulsar sobre cualquier imagen para verlas en mayor tamaño

@mjberistain


Olmos – Senderos de «Sabiduría»



Caminábamos a la altura de las tranquilas aguas del río, entre esa difícil «bosquedad» en la que cualquier movimiento o ruido sorprende o incluso atemoriza por ser desconocido. Sin embargo, la curiosidad hace que nos detengamos unos segundos a escudriñar la maleza.

Así me encontré en el silencio. Mis compañeros de excursión habían seguido la marcha y yo me había quedado atrás, perpleja, observando aquellas cicatrices en los troncos de algunos árboles. Me llevé algunas imágenes con la intención de conocer algo más sobre ello…

Al cabo de unas cuantas semanas en las que mis fotografías continuaban en el rincón de las cosas pendientes, saltó hasta mí el blog «Senderos de Savia». Un valioso tesoro para disfrutar aprendiendo y aprender disfrutando de la comunión del ser humano con la Naturaleza.

Muchas gracias, Aina S. Erice por divulgar esta parte de tu conocimiento con tanta generosidad.

Érase una vez un grupo de árboles de porte elegante que amaban el agua y el viento, que refrescaban plazas con su sombra y saciaban el hambre del ganado. Proporcionaban madera sumergible y fibras para hilar, tejer o trenzar canastos, o chaquetas bordadas con sueños en tierras lejanas.



Érase una vez un árbol pionero prehistórico tras la última glaciación.
Érase una vez un gigante con pies de barro…
Tan imponente como vulnerable. Los olmos fueron devastados en toda Europa por la grafiosis, una enorme enfermedad que los llevó al borde del exterminio y al abismo de la casi extinción. 


Textos: Aina S. Erice (Bióloga y Escritora) Ver su Blog: «https://imaginandovegetales.wordpress.com/»
fotografía: mjberistain.com


Extractado de el.Diario (Cantabria).
Autor: Jose Maria Navajas Puerta

Fue una científica holandesa Christine Buisman, quien demostró en 1927 que la grave dolencia que afectaba a los olmos era causada por un hongo, Ophiostoma ulmi. según lo demuestra a través de las fotografías en su estudio sobre la grafiosis, enfermedad del árbol que ya comenzaba a afectar las regiones europeas.

Esta grave enfermedad, que afecta con enorme virulencia a los olmos, se extiende a través de un pequeño insecto, una especie de escarabajos llamados escolitinos. Estos insectos portan en su cuerpo las esporas del hongo y, al alimentarse de la madera del árbol, las van diseminando por el interior del mismo. El hongo colapsa los vasos conductores de savia, por lo que el árbol comienza a marchitarse. En pocos meses las verdes copas se secan y el árbol muere.

Prácticamente, el 90% de los olmos desaparecieron en España en las últimas décadas, hasta convertirse hoy día en una especie en peligro de extinción. Las nuevas generaciones lo desconocen por completo, pues difícilmente pueden ya encontrarse olmos en el paisaje, ni siquiera rural, que nos den testigo del importante papel que tuvieron estos árboles en la vida cotidiana de nuestros antepasados.

A pesar de ello, el olmo siguió siendo parte del paisaje, de la vida cotidiana y la economía rural, hasta hace apenas medio siglo. Su duro tronco y raíz pivotante lo hizo ideal para contener la tierra en construcciones viarias, diques y canales. Su resistencia a la humedad y podredumbre lo convirtió en materia prima para la industria naval, y las olmedas se extendieron en el siglo XVIII por la Península para surtir los astilleros de material de construcción de navíos. Fue viga de techos y pilar de puentes, banco y borriqueta de talleres, apero de labranza y yugo de bueyes. Y en las plazas de las villas su abundante sombra mitigó fatigas.

Desde los años 80 se intentó poner remedio a la enfermedad. Recientemente y tras largas investigaciones lideradas por la Universidad Politécnica de Madrid, se han logrado obtener algunos ejemplares de olmo resistente a la grafiosis. Diversos programas como el Proyecto Europeo Life + Olmos Vivos están en marcha para recuperar a la especie y devolver su hábitat, la olmeda, al paisaje ibérico.

Quizás en un futuro cercano los olmos vuelvan a poblar las riberas, y sus frondosas copas cubran con agradable sombra las plazas y parques. Pues, como ya advirtió Enrique Loriente en su Obra «El árbol de los pueblos» (Historia del valor simbólico y material que este casi extinto árbol ha tenido a lo largo del tiempo).

«No debemos privar a las generaciones futuras de un paisaje, de un espectáculo como el que nuestros mayores y nosotros mismos hemos contemplado».


De la publicación de Jose María Navajas Puerta en elDiario.es de Cantabria

VEGETALES



El Verde, recortado, entra por el marco de mi ventana y siento que crece por encima de mi mesa,
por entre los lápices a los que intenta convencer de que broten…



Que broten por entre el teclado del ordenador, orgulloso de ser su arado.



Sus briznas forman sombras fantasmales sobre las páginas, malas hierbas encadenadas como las letras de un texto de mal augurio



Como algunas imágenes de futuros abismos que anhelo.


Texto: Icono verde de Ana Blandiana (Revista Litoral)
Fotogorafía@mjberistain

Vientos de silencio


Eros ha sacudido las entrañas de la noche
como un viento abriéndose en el monte
sobre las encinas...
SAFO


POESÍA Y FOTOGRAFÍA
en colaboración

OYE AL RIO
SEGURO QUE TE HABLA,
PEZ ESCONDIDO


EN LA MALETA
LLEVO TRES PESOS, TEMOR
RENCOR Y MUERTE


MIRO AL VACÍO
SIN CALCULAR
LA CAÍDA DE MI SOMBRERO


QUÉ PEQUEÑO SOY
BAJ LA SOMBRA DE TU
OMNIPRESENCIA


POR ALTAS CUMBRES
LAS LARGAS PERSPECTIVAS
ME MINIMIZAN


RUMOR QUE CORRE
COMO VERDAD SE QUEDA
ENTRE LA GENTE


GUARDA PALABRAS,
SE LAS LLEVAN LOS VIENTOS
DE LOS SILENCIOS


Autor Haikus: Eugenio Mateo Otto
Fotografía@mjberistain.com
Imágenes:
Arditurri (Gipuzkoa), Saladas de Sástago-Bujaraloz (Aragón), Hondalea (Donostia SS), Ordesa (Aragón) y Perros-Guirec (Bretaña).

RESTOS DE INVIERNO



Herida, la hoja recuerda el viento, los bosques que la mecían besando la lenta luz de la tarde



Restos de transparencia en su mirada; raro destello



Escucha afuera la lluvia; una música de hojas y de címbalos



Observa, a su alrededor, la secreta impostura del movimiento…



Silenciosa, mira el tránsito ligero de las nubes, la curva de las ramas, la imposible geometría de los pájaros…



Ninguna era más bella durante aquel fugaz momento en el que me amabas.
¡Resucítame con tus palabras…!



Textos basados en Palabras de Ángel González
fotografía@mariajesusberistain

LA quiero a vivir


Ayer mi amiga Mavi, a la que quiero con el alma, me preguntaba qué había sido de «mi fotografía».

La verdad es que no entendí muy bien su pregunta. Puede ser que se refiera a que mi blog, que se titula así en parte, no esté suficientemente actualizado; y es cierto. Tendría que dedicarle más tiempo a ordenar su contenido y ampliarlo con el trabajo de estos últimos meses.

O, puede ser que me pregunte por la transformación que están sufriendo las imágenes que presento últimamente, en comparación con el tipo de fotografía que hacía hasta antes de la pandemia.

Puede que tenga razón en los dos casos; y, si existen más razones, puede ser que también tenga razón.

La quiero a morir —como dice la canción—. A Mavi la quiero con locura y la respeto, aunque sean escasas las veces que coincidimos porque la vida nos lleva por caminos distintos…

«Ella me atrapa en un lazo que no aprieta jamás y me cose unas alas y me ayuda a subir, a toda prisa, a toda prisa…»

Como no tengo muy claro qué contestar a su pregunta, le dedico unas imágenes…





El Mar es el color de mis sueños


Os explicaré cómo me asalta el deseo de hacer una fotografía.
A veces es como la continuación de un sueño.
Una mañana me despierto con una extraordinaria alegría de vivir.
El Mar es el color de mis sueños

Robert Doisneau


ss paseo nuevo f 12012019-dsc_0498

Tengo un sueño de mar,
de olas tranquilas,
de rocas milenarias,
de espumas y sal.

ss el mar f dsc_1081 (1)

Puedo confundir tu cuerpo
con la ola rompiente
y esa dicha efervescente,
de amor, poesía y sueños.

ss el mar dsc_1106 copia copia

Vienes a mis pies
con la súplica del viento,
te deshaces lento
como el perfume fiel


En el amanecer pareces ola
golpeas mi hombro
una y otra vez tus besos
como en la roca tus labios.

ss peine viento f

Anclada te miro,
vienes y vas como los sueños
de una fotografía en el mar,
donde tu corazón es la Luz.

MI AGRADECIMIENTO POR LA COLABORACIÓN POÉTICA
DE POETAS NUEVOS

Publicado originalmente en octubre 2022


Alquézar (Paisajes ocultos)


Fantasmas perdidos en un sueño que dejó de soñarse no se sabe ya cuándo… El destino tal vez consista en eso: ser una sombra más de un retrato de grupo, en el que nadie sepa qué estamos mirando, ni por qué mantenemos esa sonrisa tonta.


Me acerqué al rio con un violento deseo, sus orillas abrazaron mi cuerpo y, sin más tiempo para pedir ayuda, me fui al fondo de la noche.


Es extraño. Si trato de recordar el fuego de las noches sagradas, un verano violento —como cualquier verano—, con su luna de sangre y crepitar de brasas, recuerdo esa violencia y la felicidad, recuerdo el fuego, pero aquí no está el fuego, aunque yo sé que ardía en esas noches…


En el amor no había nada distinto al resto de las cosas, pero sí era distinto ese juego violento al que apostar la vida, y que a veces movía las estrellas, la luz de la conciencia, y al que hoy sigo jugando, y en él me va la vida.


Ya se durmió la sangre vida arriba. Soledad de futuro, sin futuro. Ya tus palabras hablan de ti de aquello que soñabas, y en el más allá de ti sueñan contigo.


Hay un lugar en medio de la Luz donde se reconstruyen las ruinas de este mundo. Y un acorde que logra convertir las edades y las sangres vertidas en un preciso artefacto melodioso. Hay un número en donde está reunido lo disperso, y una llave que cierra las puertas tenebrosas. Existe una moneda suficiente para el pago de todos nuestros sueños. Una flor de metal que vive para siempre, y un verso que arrastra la esperanza al primer día.


Textos Carlos Marzal (extractos)

Be water my friend

Seguir el cauce de un abismado sueño, a la sombra morir de su hermosura, entreabiertos los labios, y esta dura melancolía hiriendo el sol de fuera. (JL Cano)


Por venas de luz el camino del agua se quiebra y se vierte hacia otro mundo donde el mar se atreve (D.Ridruejo)


Coronada de azul serás fuego y mar y ojos oscuros. De ola y llama serás. Y sabrás del secreto de la espuma. (E.Carranza)


Había rios de enorme luz donde mis ojos naufragaban, yo escribía tu nombre y se doraban las aguas desnudas como tu cuerpo.


No pienso en horizontes, quiero dar y solamente darme a las corolas donde tus relumbrantes aureolas me enseñan a morirme y voler a empezar (JI Cirlot)


Selección Fotografías B&N 2022


Pulsar sobre cualquiera de las imágenes para verlas en mayor tamaño.