Seguí tus pasos
hasta el infierno de los dioses
más puros, no hubo inconveniencia,
me miraban con deleite de voyeurs,
yo llevaba flores en los bolsillos
y almidón en los vestidos.
Sentía el rubor de la culpa
y la voz incendiada de mi conciencia.
Sentía sobre mí el ángulo de la luz
que atravesaba las persianas a la hora de la siesta,
mi cuerpo desnudo capturado por los espejos.
¿Fue renuncia o fue olvido?
¿Qué importa ahora?
Llevo el corazón hilvanado de olvidos
evocan el mapa inconcreto de la sangre
cuando latía errante en noches de pasión
y voces advenedizas.
@mjberistain
Fotografía Sieff
Que maravilla de poema, María Jesús!!!
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Fantástico!!!
Grande de principio a fin.
Fuerte abrazo.
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Rimas muy agradecida por tu mensaje, cuando una decae son palabras tales las que te empujan a seguir… de verdad, gracias. Un abrazo fuerte.
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Hermosa, golosa melosa y muy potente
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Pero… ¿te has fijado en el ángulo de la luz?
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El final de mi madrugada de amores abstractos, no están mejor recompensado con tu poema. Una pasión encendida y a esa intensidad, no se olvidan facilmente así uno quisiera.
Un buen día María
Manuel
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Cierto, ahí quedan hilvanados al corazón por mucho tiempo…
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