Quería escapar de aquella casa
de incienso y obscenidad.
Las palabras se enredaban en la oscura voz
del hombre por los pasillos,
solo había una ventana de cristales sucios
y los besos le sabían a derrota.
Quería huir de las noches
que asaltaban sus huesos
con el miedo
y hacían crujir los silencios.
No quería dudar de la música
pero la verdad era como una tela de araña
de hilos mugrientos
que atrapaban su inocencia
con el amargo dulzor del vino.
En sus manos solo era una barca mal anclada…
@mjberistain
Imagen de costadamorte.blog
Genial tus versos. Me gustó tu poema. Celebró estar en tu blog. Mis saludos
Manuel
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Manuel, eres bienvenido, gracias por tu compañía y tus comentarios. Me alegro de que te guste lo que encuentras. Un fuerte abrazo.
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Disfruto tus poemas.
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