No sé dónde colocar la caracola de nácar
que acompañó mis ilusiones de niña
cuando arrimaba mi oído a su boca y escuchaba
ilusionada los sonidos de los dioses del mar
Han pasado muchas lunas y he cambiado desde entonces
muchas veces de lugar, nací en la costa, he bebido besos de sal
he echado a volar muy altas mis alas y he dormido
mis sueños azules al arrullo complaciente de sus brisas.
Ahora sé cómo sonreían las olas llegando a la orilla
la ingenuidad de mis juegos fingiéndome su diosa
entre arreboladas espumas blancas. La inocencia
era entre mis manos pequeñas un himno henchido de fe.
Llené ánforas sepultadas en la arena con mensajes
de amor cuando el amor era un canto de sirenas
en el fondo de mi caracola, y el llanto una tragedia griega
que trenzaban con luz las madrugadas en mis pestañas.
Fui un sueño de mujer con corazón de nácar.
Dejé que meciera mi cuerpo el capricho del oleaje entre las algas,
Mi quilla rompieron las borrascas, y desgarraron mis velas
las noches de lunas nuevas cuando yo, inmortal, aún imaginaba el alba.
@mjberistain
Imagen: Van Gogh 1888
Muchas gracias por escribir tan lindo poema.
Un abrazo.
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Muy buen retrato de tus ilusiones , sensaciones y estado emocional con el símil de la mar. La caracola de nácar es el recapitulación de tus sensaciones, ilusiones y sentimientos.
La caracola yo la pondría junto con las fotos, en un sitio importante para mí.
La pintura de van gogh hace un conjunto muy armonioso con el texto.
Yo estuve en el Van gogh museum, pero ésta no la vi, sí otras. Muy sensitivo.
Saludos María.
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Muchas gracias por tu presencia entre mis páginas y por tu comentario. Un abrazo
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El mar, evocador para los más bellos recuerdos, sus olas nos traen la frescura de la infancia.
Preciosa tu prosa poética María Jesús.
Un abrazo🌹
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Muchas gracias Poetas, un fuerte abrazo.
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Bellísimo, María Jesús.
Un abrazo.
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Querida Isabel, que te gusten mis poemas es como una caricia para el espíritu. Seguiré intentándolo de tu mano maestra. Un fuerta abrazo
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Muchas maneras de vivir el mar, y de pintarlo. Como reflejo de la infancia, aliento del amor, sueño de mujer. Y como evocación de todo ello y más en el lienzo que nos pintas, M. Jesús, con el pincel de tus versos. Un abrazo.
Salud.
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Julio, desde niña he sentido ser una pequeña gota de ese mar que me ha rodeado. Ahora que lo tengo lejos lo llevo tan adentro… que a veces se me desborda. Un fuerte abrazo. Gracias por tu presencia, siempre.
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Precioso poema al mar, a los recuerdos, a lo que nos hace ser y sentir su inmensidad… Gracias por tus versos. Mi abrazo.
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Julie, viniendo de ti, me siento crecer en esa inmensidad que abres en el horizonte literario. Ganas de seguir… intentándolo. Un fuerte abrazo. Gracias por tu compañía… Un gran abrazo.
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Amo el mar a espátula libre,
arenas de óleos amarillos
y naves felices por recalar
Amo la mirada triste,
cielos escondidos
y nubes sin pintar.
Amo los recuerdos que nutren
tus palabras y tu mirada
como la caracola nácar.
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Poetas, cómo me ha gustado tu poema, me ha chiflado eso de «amo el mar a espátula libre», genial brochazo, me lo he imaginado invadiendo de óleo lienzos que esperan a que algún poeta les de vida… Eres grande!!!, Siempre te lo he dicho…
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Gracias a ti María Jesús por traer siempre poesía.
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En el recuerdo de la infancia nos sentimos inmortales (atemporales). Magnífico trazo de versos marinos.
Un cálido abrazo
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Cálido como tu mensaje, gracias por tus palabras y tu aprecio. La escritura hace que esa “inmortalidad” perdure. Un beso.
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