Hacía menos frío frente al mar que a su lado.
Salir al aire de la noche era un quejido
valiente, con la cara lavada por el tiempo,
un gesto absurdo abrirse al encuentro de caricias
bajo luces de neón
mientras desde el fondo de las tristezas brotaban
los ecos de voces de vidas también robadas
en páginas de los diarios de la mañana.
Solo el idilio de la piedra,
y la marea cristalizando su deseo.
@mjberistain
MUY BUENO
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Gracias Pippo, un abrazo
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Cuando se hiela la sonrisa, volver la mirada al mar puede ser el antídoto.
Muy bonito, Mª Jesús. Un abrazo.
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Estrella, tal cual tu lo dices, no puede explicarse mejor. Un gran abrazo. Gracias por tu comentario.
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Es un poema bellísimo, María.
Mil besetes.
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María, me encanta encontrarte siempre por aquí. Un besazo
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Muy bonito poema, María Jesús. Gracias por compartirlo.
Un abrazo muy fuerte que ilumine esta mañana gris.
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Isabel, he estado unos días desordenada… pero agradezco siempre tu presencia en mi txoko. Besos
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