Garry Winogrand

STREET PHOTOGRAPHY

“La fotografía no se trata de lo fotografiado.
Se trata de cómo se ve esa cosa fotografiada” Garry Winogrand.

Akira Loser 

Garry Winogrand fue un fotógrafo estadounidense. Practicante y pionero de la fotografía callejera. Recibió tres Becas Guggenheim. Su trabajo aparece expuesto por primera vez en 1963 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Winogrand realizó un retrato exhaustivo de la Norteamérica de los años 60 y 70 de la misma manera que anteriormente lo había hecho Robert Frank. Winogrand estaba asimismo interesado por el papel de los medios masivos de comunicación a la hora de conformar las actitudes de las personas.

Ncido en El Bronx, Nueva York, Estados Unidos (1928-1984)

En exhibición: Museo de Arte Moderno de San Francisco
Películas: Garry Winogrand: All Things are Photographable






Características principales:

Anticiparse a la escena, Horizontes caídos, cámara Laika 40, siempre trabajaba con objetivos angulares de 35 mm.


Lucio Muñoz


Muy probablemente me hablaron de él; de su nombre, cuando admiré durante un largo rato el ábside de la Iglesia de Aranzazu en mi tierra. Probablemente…

Suele ocurrirme que, aun admirando obras de arte, me cuesta quedarme con los nombres de sus autores. También me cuesta recordar los nombres de los pueblos por donde viajo. Reconozco, si me comparo con otras personas, que es una barbaridad, o una debilidad de mi cerebro. Desde luego no tiene que ver con una falta de interés por mi parte.

Y ocurre que, repentinamente me encuentro con un artículo, una reseña, o alguna otra obra del autor en cuestión y lo reconozco —como una especie de «rebote»—, y es cuando me despierta el interés por él más que cuando tuve el milagro de su obra ante mis ojos, aquel espectáculo de textura y color, de grandeza, de significado.

En este caso la prueba son las fotos que tomamos en su día —uno de los más importantes en mi vida—. Volví a nacer, como suele decirse cuando se sale de una situación de la que se temía no poder sobrevivir. Y, sin embargo, aquí estoy para recordar que la muerte está en nuestra naturaleza, que nos espera, aunque no sabemos cuándo.

De nuevo, gracias a la vida por permitirme seguir y recordar, entre otras cosas, el nombre de Lucio Muñoz.



Lucio Muñoz


Lucio Muñoz (1929-1998)

Pintor español
Nació el 27 de diciembre de 1929 en Madrid.

Cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y fue discípulo de Eduardo Chicharro.

Conoce a los realistas madrileños, Antonio López, los hermanos López Hernández y Amalia Avia, pintora con la que se casaría.


Lucio Muñoz recibe una beca en el año 1956 del gobierno francés.

Tras los años 50, su obra se decanta hacia la abstracción. Máximo exponente de una abstracción de raíz naturalista desarrollada en obras sobre papel o madera y en sus característicos collages. Sus obras, coloristas son un exponente del informalismo más puro.

Su trabajo aparece en museos como el Guggeheim o el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

En 1962 realizó la decoración del ábside de la basílica de Aránzazu en Oñate, Guipúzcoa. En 1983 recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1989 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid inauguró una exposición antológica de su obra.

Lucio Muñoz falleció en su ciudad natal el 24 de mayo de 1998, cuando acababa de finalizar un gran mural que preside el pleno de la Asamblea de Madrid.

De BuscaBiografías


Otras obras del Autor

Internet


Lillian Bassman

The Mistress of the Darkroom

Lillian Bassman (American, June 15, 1917–February 13, 2012) was a photographer, art director, graphic designer and painter best known for her work in fashion photography. She is considered to be one of the most important fashion photographers of the 20th century.

In the 1940’s working as a graphic designer she was ‘discovered’ for her visual talent by Photographer Richard Avedon and encouraged towards a career in photography.

lillian


Her sophisticated style evolved and was bold, moody and elegantly expressed in fashion photography in Harper’s Bazzaar from the late 1940s to the early 1960s’. Her romantic images revolutionized fashion photography and her talent was highly sought after. Vanity Fair magazine singled her out as one of photography’s “grand masters”. ‘Full of mystery, sensuality, and expressionistic glamour, Bassman’s dramatic black and white photographs capture secret moments and dream memories’.

Lillian Bassman It's a Cinch Carmen, New York, Harper's Bazaar,1951
Lillian Bassman
It’s a Cinch Carmen, New York, Harper’s Bazaar,1951
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Over the ensuing 25 years, Bassman shot a wide variety of consumer ads– “everything that could be photographed,” she told The New York Times– but especially glamorous models for lingerie advertising. She frequently shot fashion spreads for Harper’s Bazaar as well.

In the 1970s, Bassman was discouraged with the changing fashion industry and high-maintenance models, “I got sick of them,” she told The Times in 2009. “They were becoming superstars. They were not my kind of models. They were dictating rather than taking direction.” Disappointed with the profession she abruptly closed her studio, abandoned photography – destroyed her commercial negatives and dumped the editorial ones in bin liners in a nook of her home. Instead, for private satisfaction, she photographed semi-abstracts.

Lillian Bassman fashion photography

For years, her famous dramatic images stayed dormant. And then in the early 1990’s a friend of hers discovered her long lost negatives and encouraged her to pursue photography again. With the passage of years, she was ready to redefine her photography work.

Portrait of Lillian Bassman in New York City 2011 by Photographer Michael Somoroff

At 87 years old her interest in darkroom techniques transferred into a fascination for Photoshop and she embraced the digital and began creating interesting effects and variations of images she had captured years ago. Her reinterpretations, as she called them, found a new generation of admirers.

These reinterpretations were so admired that she returned to photograph the Paris collections for the New York Times magazine in 1996 and worked for Vogue until 2004. She had exhibitions across Europe and in the US. Books of her “painting with light” were published in 1997 (Lillian Bassman), 2009 (Lillian Bassman: Women) and this year (Lillian Bassman: Lingerie).

Lillian Bassman who passed away last year in February at age 94, is truly an inspirational artist. In an era where women were not recognized in the arts and design, she was. And as an 87 year old woman she embraced digital, learned technical skills, and revitalized her work in a new way.


Cartier Bresson

Hablando con el maestro Cartier Bresson.

Siento una especie de fascinación por sus imágenes en blanco y negro que dibujan momentos a partir de la intuición.

Uno de los fotógrafos más notables del siglo XX, llamado «el ojo del siglo» y padre del fotorreportaje según algunos, Cartier-Bresson decía que la autenticidad es la mayor virtud de un fotógrafo. Por ello se oponía a usar flash, y a arreglar la escena o a los modelos: «Siempre espero obtener la foto de la cual digan: ‘Eso es verdad. Ha sabido verlo’». 

En otro momento casi anticipó la explosión de la imagen a partir de los smartphones: «Cualquiera puede hacer fotos.

Justamente porque nuestro oficio está abierto a todo el mundo continúa siendo, pese a su fascinante facilidad, extremadamente difícil».

Sus palabras tienen sentido: aunque cada día se suben 200 millones de fotos a Facebook, la mayoría se pierde en el lugar común y la obviedad.

Sobre el futuro de la fotografía, decía: «Mientras los seres humanos sigan viviendo y sigan existiendo problemas verdaderos, vitales, importantes, y alguien tenga ganas de expresarlos con simplicidad, con sinceridad, con alegría y sentido del humor, habrá un lugar para los fotógrafos, igual que para los poetas y los novelistas».

(Extracto del blog «Palabras a flor de piel«



Los Monegros

Había pasado muchas veces a lo largo de mi vida por la carretera de «Los Monegros». Solía mirar desde la ventanilla el campo sin apreciarlo, sinceramente. A simple vista la falta de relieve y de color se me hacía monótono y sin interés. en comparación con el bellísimo paisaje del País Vasco en el que tuve la suerte de nacer.

La vida me llevó lejos del mar. Fue un desgarro entonces.

Actualmente mi casa está a escasos kilómetros del Desierto de Los Monegros. He compartido buenos momentos con amigos fotógrafos que, entre otras cosas, dedican parte de su tiempo de ocio a la fotografía nocturna —tema que hasta ahora he evitado— y éste es su lugar preferido por proximidad y por las condiciones de poca contaminación lumínica.

Victor es un líder, nacido en Los Monegros. Esta circunstancia, o, mejor dicho, su forma de ser ha hecho que la zona haya tomado un auge espectacular gracias a los premios de fotografía que él y las personas de su grupo acumulan.

Este nuevo año prometo salir alguna noche con ellos. De momento me he escapado dos días a explorar la zona en una ruta que nos lleva a visitar las Saladas de Sástago y Bujaraloz de camino hacia los Torrollones de Gabarda cerca de Alberuela del Tubo y Sodeto. Hemos madrugado mucho para aprovechar el día desde el amanecer, así que nos permitimos un descanso y agradecemos la comida casera de la Fonda de Peralta de Alcofea.

Dejo algunas imágenes para el recuerdo de un día sorprendente con muchas paradas de coche por lo interesante del camino y de la luz de un bonito día de nubes, con el añadido de una temperatura estupenda para el final de un mes de diciembre.

Los árabes bautizaron la zona como «al-Yabal-al-aswad» (monte negro) El topónimo proviene de Mon (monte) y negros (por el color), derivando así en Mons negros y después Monegros. Wikipedia

Reconozco que he disfrutado mucho de esta escapada diurna por Los Monegros. Las próximas imágenes serán nocturnas.


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DETRÁS DE LA PIEL

LITA CABELLUT

Actualizo hoy la entrada que publiqué hace unos años, añadiendo imágenes de sus obras y enlaces que complementan la complementan.

Decía entonces… Hace tres días tuve la suerte de encontrarme con un artículo de Pablo Ortíz de Zárate —en un periódico de tirada nacional— en el que se hacía un comentario sobre ella. Me interesó mucho la persona, su personalidad. Y no únicamente su historia, siendo tan particular, sino lo que puede llegar a transmitir a través de su obra.

Lita Cabellut, según he leído, es una mujer joven, nacida en Barcelona. De origen gitano tuvo una vida ciertamente difícil desde su infancia. Con 13 años fue adoptada por una familia que le facilitó el ingreso en la Gerrit Rieveld Academy of Arts en Holanda.

Intuyo su obra como de una profundidad dramática sin límites, utilizando la luz despiadadamente contra el observador. Magnífica e inquietante.

Recomiendo visitar el Blog: ARTE Y ALGO MÁS


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 Ver Su obra en Lowe Gallery

Reconozco ser una apasionada del trabajo de Lita Cabellut.
Dice: «Toda mi obra es un autorretrato»



AGARRANDO LA LUZ DE LA LUNA

Durante la historia del arte, ha habido artistas que han poseído el poder de proyectar una percepción especial sobre la esencia de la vida humana. Lita Cabellut es una de esas personas. Su arte es una especie de “performance”, una manera de ver y de interpretar realidades a menudo invisibles. Su papel es descubrir los misterios y contradicciones que residen justo debajo de la superficie de la cara humana, de llevarlos a un nuevo nivel de conciencia, revelar la persona que tiene su alma sumergida y encarcelada por una capa superficial impuesta por la vida cotidiana. Las pinturas de Cabellut ofrecen una vía de liberar el alma, romper las cadenas de conformidad que sociedades rígidas la imponen.

Mientras estudiamos los contornos expresivos de oscuridad y claridad dentro de sus retratos imaginativos, hacemos una pausa para reflexionar sobre nuestra relación con estas fisionomías tan extremas. ¿Qué representan? ¿Arte como arte, o arte como vida? ¿Hay alguna diferencia entre los dos? Dado que su técnica de pintura constituye un proceso-acción, podemos concluir que el arte de Cabellut ofrece al espectador una sugerencia de emoción. Sus cuadros pueden parecer como “arte como arte”, pero también son representaciones de la vida, la vida interior que deambula escondida en nuestras andaduras y conversaciones cotidianas. A veces hablamos, pero nuestros actos no son acordes con nuestras palabras. Los cuadros de Cabellut no disfrazan estas hipocresías. Les da cuerpo en sus cuadros. Representan lo heroico y también lo imperdonable del comportamiento humano. Vemos en estos cuadros la confrontación entre tragedia y comedia, y las consecuencias de cómo los humanos aprenden a contener sus sufrimientos. Pienso en los retratos recientes de Edith Piaf por Cabellut, la cantante detrás de “La vie en Rose”, y su vida que pendía entre existencia y exaltación, entre reclusión y recuperación, entre generosidad y una autocontención elegante. Se puede decir mucho de Piaf, pero las palabras no llegan a la presencia heroica de estos retratos. Las palabras están vestidas con pigmentos, la blancura de la cara, el rojo del pintalabios, los ojos horrendos que cuentan todo y hace que su cara sea universal.

Cabellut en vez de reinterpretar la vida cotidiana como un ritual social, ha escogido transformar lo mundano en una aventura de miradas llena de conflictos, agonizante, y aún a veces extática. Consigue este efecto con su penetración de seres humanos quienes viven al borde, en la frontera del espíritu, quienes van más allá de los estilos de vida de imágenes en revistas y glamur. Sus retratos están menos sintetizados en su representación, menos dados a la tarea de teoría, y menos limitados en su perspectiva sobre la condición humana.

Cabellut goza de la energía metafísica de gente de la calle. Su habilidad de transformar estéticamente la apariencia humana a través de pigmentos es ejemplar. Mientras su estilo de pintura hace referencia a expresionismo, su medio es el retrato fantasmagórico. Como una tipología única, los cuadros de Cabellut destacan en marcado contraste con las figuraciones de Frances Bacon y Marlene Dumas. Mientras intencionadamente diferente al trabajo de estos artistas —que tienen preocupaciones existenciales que van en una dirección distinta— Cabellut retiene un sentido de lo íntimo, una manera de pintar que da énfasis al gesto “performance”. En su conjunto, ella revela la cara arquetípica de nuestro tiempo. Cada expresión sale de la traza de culturas divergentes. Al mismo tiempo, uno puede considerar las caras de Cabellut como representaciones fuera del tiempo. Sus expresiones van desde una delicadeza poética hasta una dureza incuestionable, especialmente en la serie titulada “Country Life” (vida del campo) donde las caras están claramente separadas del complejo urbano. Aquí, los hombres y las mujeres llevan sus penas en relación a la tierra que pisan. En el trabajo de Cabellut, la presencia de la condición humana está en su ausencia. Sus retratos constituyen todo lo que está ausente en la superficie, mejor dicho, el deseo de ir dentro de la tez del temperamento humano y extraer lo que está escondido. Si quieres la verdad, irte al lado oscuro. El lado oscuro es el vestigio perdido del alma, el ánima secreta, el alma que se ha olvidado de cómo hablar, porque ha sido desplazada temporalmente en algún lugar del éter.

En los cuadros de Cabellut, visionamos fragmentos de almas humanas, arrancadas de sus cuerpos, buscando consolación y perdón, buscando entender su valor y lugar en el mundo. Hay una especie de memoria histórica en estos cuadros, el nexus entre Holanda y España, la conexión entre capas sociales, políticas y económicas, la burguesía acomodada y los olvidados de la calle persiguiendo pobreza, a menudo más allá de la denigración. ¿Quiénes son los perdidos? Están perdidos juntos, vagando por el mar, todos en el mismo barco, en la misma galaxia, flotando sobre las estrellas, agarrando la luz de la luna, esperando sobrevivir, esperando éxtasis, buscando redención del pasado, de la historia, esperando la vuelta de sus almas de las cárceles donde han estado condenadas a voluntad.

Para Cabellut, la pintura es cuestión de dejar que sus gestos se muevan por el espacio del lienzo. Goza de un tipo de “action painting”—como si hiciera un “performance”, como si pusiera un hechizo sobre sus sujetos que viven la vida del campo. Su “Broken Glass Heroes” sintetiza la esencia de vagar entre el tiempo interior y el espacio, los elegidos que entienden el lado oscuro, quienes han viajado a la luz —Hernando, Pali, Ventura, Quique, Callegi, Hylario de la cara blanca, Modesto con una cara adusta, y finalmente Hipólito, el genio de lo impenetrable quien habla sin cesar. Hay las prostitutas de un periodo anterior que viven una vida dura, y los hombres que retratan la quietud de mente con frentes de venas azules y ojos ultra-rosas que penetran. Hay los negros de Cuba, con caras de valiente, itinerantes, al mismo tiempo estables dentro de si mismos, y amantes de Goya, los sujetos del pintor valiente quien sufrió el mal de días interminables hace dos siglos, y quien susurró esperanza para el futuro de la humanidad. El conjunto de caras de Cabellut está destinado a agarrar la luz de la luna. Son caras perennales que pertenecen al paisaje recalcitrante, a las ciudades en llamas, a los fantasmas del pasado. Estos son las almas que hacen ecos por las praderas y las llanuras, por las colinas oscuras y cuevas solitarias por la costa de Andalucía. Algunos están separados de si mismos, divididos en sus identidades, y en búsqueda de tiempos mejores o tiempos perdidos. Otros están entregados al deseo, mientras la raza humana se rebela contra la opresión, de enfrentar la tormenta, de dejarse seducir por aventuras salvajes solo para confesar una retribución gloriosa, finalmente en paz consigo mismos.

Ver artículo original

Artículo de Robert C. Morgan, crítico de arte internacional. Sus escritos han sido traducidos a 17 lenguas. Es el autor de Art into Ideas: Essays on Conceptual Art (Cambridge, 1996) y, The End of the Art World (Allworth, 1998). En paralelo con su trabajo como crítico de arte, Morgan es artista, historiador de arte, comisario y poeta.


B&N con figuras


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Los consentidos


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DE CERCA

De la Colección Blanco y Negro


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Naturalidad


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Pobladores del Bosque


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ARENAS


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Galería – naturaleza


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Galería 2022 – Naturaleza
fotografía@mjberistain

Escaleras

La escalera es uno de los elementos que me cautiva en muchos de los lugares a los que viajo. En primer lugar, no puedo dejar de referirme a la escalera de doble espiral del Castillo de Chambord en Francia, obra atribuida a Leonardo Da Vinci. (Siglo XVI)

En esta entrada incluyo algunas imágenes de la escalera de caracol del Faro de la Isla de Ré, próximo a La Rochelle, también en Francia. Por su antigüedad y su encanto, en sí misma es un espectáculo mientras se alcanza la cima a más de 50 metros desde tierra para tener una panorámica extraordinaria de los alrededores.


fotografía@mjberistain

SCHOMMER

La belleza como argumento

‘Schommer al natural’ es el título de la exposición que se celebra estos días en la Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid. Destaco aquí algunas imágenes tomadas de la red. Son solo una muestra de las que a mí personalmente me resultan sugerentes, aunque me descubro admiradora de toda su obra. Ver:  albertoschommer.com

Apuntes del artículo de Miguel Lorenci en el Diario Sur

Alberto Schommer, consagrado como un retratista genial, fue también un enamorado y un maestro del paisaje, de la fotografía de naturaleza y de los juegos en el laboratorio. Un gran fotógrafo con alma de pintor expresionista, un alquimista de la imagen que disfrutaba manipulando copias, negativos y tinturas para obtener efectos tan inesperados como emocionantes.»

«El anhelo de Schommer fue llevar la fotografía al nivel de la pintura y la escultura; dotar a las fotos de su misma expresividad y emoción.

«Tras consagrarse como un maestro del retrato, no pierde ni la curiosidad ni la energía y se convierte en un alquimista capaz de transformar las imágenes en metáforas de la pintura en su constante búsqueda de la belleza. Se divierte manipulando negativos, invirtiéndolos y duplicándolos, tintándolos o arañándolos. Convive con las flores que retrata hasta que se marchitan en el estudio, recrea y retoca los paisajes, radiografía las flores y las tiñe, destierra la figura humana.»

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De «Elogio a la fotografía», discurso leído en abril 1998 al ser nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

» La magia de los momentos recordados hay que alargarla, commo un exquisito manjar, como un delicioso vino y sobre todo si el recuerdo es mágico.»

«El retrato es quizá el hecho más importante dentro de la fotografía. Es el enfrentamiento consentido de dos personas poderosas que se observan activamente ya que el sujeto, por pasivo que parezca, no deja de aportar en su concentración unas señales perceptibles por el autor (léase fotógrafo) en las que envía simbologías de poder, relajación, elegancia o vulgaridad. El autor debe aceptar estas indicaciones, aprovecharlas, para construir el retrato. Porque un retrato de autor es algo más que un documento. El fotógrafo conoce o debe conocer al sujeto para organizar interior y exteriormente su composición: él dirige la operación sugiriendo la actitud, orientando la mirada. La luz no es más que un elemento moldeador que activará la pretensión del fotógrafo.»


LA FOTOGRAFÍA, QUÉ ES SINO UNA PROVOCACIÓN, UN GRITO, UN SALTO AL VACÍO…


Alberto Schommer fue en vida, un fotógrafo de reconocido prestigio al cual el gobierno español otorgó la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes en 2008 y que recibió en 2013 el Premio Nacional de Fotografía, el galardón más importante para un fotógrafo en este país. En 1996 se convirtió en miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su carrera como fotógrafo profesional se inició gracias a que un publicista francés vio unas fotos suyas en el escaparate de la tienda de su padre en Vitoria y le invitó a ir a París. Allí comenzó a relacionarse y desarrollar su curiosidad artística como fotógrafo y trabajó para importantes personalidades del arte y de la sociedad, como Balenciaga.
Como reconocimiento a su carrera como fotógrafo y a haberse convertido en una personalidad de prestigio en el campo fotográfico, su ciudad natal tiene una calle nombrada en su honor en el barrio de Adurza.
A lo largo de su historia realizó centenares de trabajos y viajes, habiendo editado cerca de un centenar de libros y colaborando como jurado o profesor en prestigiosos seminarios o concursos. Su obra se ha expuesto a lo ancho de todo el mundo, desde Japón a Estados Unidos (Centro para la fotografía creativa de Tucson) y ha recibido importantes y numerosos premios a su labor.
Uno de sus trabajos más conocidos son sus retratos, que llegaron al gran público por medio de su colaboración con los periódicos ABC y El País. Estos retratos, fundamentalmente sobre personalidades públicas y reconocidas de la vida española, aunque también mundiales, como Andy Warhol, han sido reconocidos como uno de sus mejores trabajos. Entre ellos es célebre su serie denominada Retratos psicológicos donde escenifica el poder, la economía y la cultura. Su peculiar forma de abordar el retrato tendrá gran repercusión durante los años setenta y ochenta, y sus fotografías se convertirán en una especie de crónica visual de la Transición.


William Gedney

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William Gedney (1932-1989) grew-up in upstate New York and then moved to Manhattan at the age of nineteen to attend the Pratt Institute. It was there that he discovered his interest in photography. In 1955 he graduated and worked at Condé Nast for two years before leaving to pursue his own work. Gedney moved to a low rent neighborhood in Brooklyn, working freelance and taking on part time jobs. In 1961, he was hired by Time, Inc., where he focused on layout of photographs for the publication. Over the next three years he saved enough money to travel to eastern Kentucky, finding his way to a coal-mining town. For almost two weeks he lived with and photographed the Cornett family. The head of the household, Willie, had recently lost his job in the mines and was struggling to support his wife and twelve children. Gedney returned in 1972 to photograph the family again and stayed in touch, exchanging letters for twelve years. During the mid-1960s through the 1970s, Gedney was awarded four major art grants including Guggenheim and Fulbright fellowships. The first of these made possible a cross-country trip through the Midwest to California. He settled in the Haight-Ashbury district of San Francisco, where he photographed the drifters passing through this communal neighborhood. Shortly thereafter, Gedney was offered positions teaching photography at both Pratt and Cooper Union. He remained a member of the faculty at both schools for the rest of his working life. A few months after he began teaching, he received his Fulbright grant and left on his first of several trips to India, which had a lasting effect on him.


Ordesa: Bosque, Agua, Niebla

Bosque


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Agua


Niebla


VAN GOGH


WHY NEVER LEARNING HOW TO PAINT HELPED ME

«I see that nature has told me something.»

In a letter to his brother Theo, dated September 1882, found in Ever Yours: The Essential Letters, Vincent van Gogh describes the advantages of never learning to paint.

While making it I said to myself: let me not leave before there’s something of an autumn evening in it, something mysterious, something with seriousness in it.
However, because this effect doesn’t last, I had to paint quickly.

The figures were done with a few vigorous strokes with a firm brush — in one go. I was struck by how firmly the slender trunks stood in the ground — I began them using a brush, but because of the ground, which was already impasted, one brushstroke simply disappeared.

Then I squeezed roots and trunks into it from the tube and modelled them a little with the brush. Yes, now they stand in it — shoot up out of it — stand firmly rooted in it.

In a sense, I’m glad that I’ve never learned how to paint. Probably then I would have learned to ignore effects like this.

Now I say, no, that’s exactly what I want.
— if it’s not possible then it’s not possible —

I want to try it, even though I don’t know how it’s supposed to be done.

I don’t know myself how I paint.

I sit with a white board before the spot that strikes me.
— I look at what’s before my eyes —

I say to myself, this white board must become something.
— I come back, dissatisfied —

I put it aside, and after I’ve rested a little, feeling a kind of fear…

I look at it.
— then I’m still dissatisfied —

because I have that marvelous nature too much in mind for me to be satisfied
— but still, I see in my work an echo of what struck me,

I see that nature has told me something, has spoken to me, and that I’ve written it down in shorthand.

In my shorthand, there may be words that are indecipherable.
— errors or gaps — yet something remains of what the wood or the beach, or the figure said, and it isn’t a tame or conventional language which doesn’t stem from nature itself but from a studied manner or a system.


HUNDERTWASSER

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Me inspira lo feo…

Lleva zuecos y sujeta con fuerza una bolsa de ganchillo, en la que guarda piezas de un puzzle de madera que está construyendo arriba, en sus dependencias de la KunstHaus.  Estamos en el epicentro de Viena, su cuna y su estación favorita durante unos pocos días del año, ya que reside como un ermitaño en una cueva de césped situada en algún lugar de Nueva Zelanda, donde asegura ser feliz “mecido por el viento como una hoja en mitad del mar”. Parece el capitáfeo4n Haddock con aires de Cousteau, un niño de 73 años con las ideas más claras que el agua que utiliza para diluir sus acuarelas.

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Enfrentado con el racionalismo, la falsedad del arte contemporáneo y los trajes con corbata saca edificios y ciudades ecológicas de sus pinturas abstractas, llenas de espirales, chinarros, adobe, cúpulas columnas que semejan tornillos, hogares sin esquinas, jardines en el tejado y aguas termales. Bienvenidos al universo de Hunderstwasser, el arquitecto hippy. Nos colamos por la puerta central, irregular y anárquica del corazón de un rebelde con causa.

En usted se confunden vida y arte

Es que el diseño, la arquitectura y el arte deben ser entendidas como símbolos de la vida, no como elementos hechos para aislar al hombre de su entorno.

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¿Por qué se niega a trazar líneas rectas, levantar muros lisos o seguir pautas matemáticas?

Naturalmente, porque la arquitectura actual mata. Fíjese en que el 90% de la arquitectura moderna es inhumana y no armoniza en absoluto con la naturaleza. Yo entiendo que lo horizontal pertenece a la naturaleza y lo vertical es obra del hombre, y el mundo está sembrado de campos de concentración de cien pisos…

Sus casas, sin embargo, parecen cuadros habitables…

Es que nadie quiere vivir en una cárcel, sino en una casa que pueda ser pintada en lienzo, en papel, en el suelo. ¿A quién no le gustaría vivir en las casas que pintan los niños?

En sus casas, escuelas, templos e incluso incineradoras de basuras, usted se anticipó al actual reciclaje de materiales.

Sí, siempre he sido un propagandista del reciclaje y la reutilización. Estoy radicalmente en contra de la sociedad de consumo, del fast food, de la novedad. Soy un viejo chamarilero, la verdad.

¿Cuál es la materia prima de sus creaciones?

Cualquier material que no suponga ningún peligro para el hombre ni para el medio ambiente. Todo vale para hacer la vida más sencilla.

gota de agua y pincel1   Usted defiende la belleza de la lluvia

Sí, porque el sol, en contra de lo que la gente piensa, aniquila los colores, mientras que las nubes y el agua, la oscuridad, los dejan puros. Los contrastes, el blanco y el negro, la riqueza y la pobreza, son los culpables, en realidad, de que vivamos o muramos bajo el sol. Con la lluvia todo resulta más democrático.

¿De dónde le viene la inspiración?

De las cosas feas. El mundo está lleno de cosas horribles, y me aprovecho de ellas para convertirlas en algo hermoso.

Pero, ¿usted no es hijo de una generación que perdió la esperanza?

¡Lo soy! Pero también soy una hoja, una gota de agua, un pincel… Así me siento por dentro y por fuera.

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Friedensreich Hundertwasser (1928 – 2000)

Nace en una familia medio judía por parte de su madre en Viena. Para salvar a la familia del holocausto la madre de Hundertwasser lo alistó en la juventud hitleriana. Cuando los soldados de la SS pasaban revisión por su casa, Hundertwasser abría la puerta con el uniforme nazi, adornado con las medallas de su padre fallecido cuando él tenía un año.

Artista y arquitecto se convirtió en uno de los artistas austriacos contemporáneos más conocidos del final de siglo XX.

Fue una persona muy singular pero muy sincera, toda su obra es un reflejo de su vida, estaba completamente identificado con sus ideas. Naturalista, amante de la paz, y del desorden arquitectónico, vivió una vida muy humilde coherentemente con sus ideas, y aunque a algunos les parezca una mamarrachada, a otros su arte y sus pensamientos les parecen sublimes.

Texto Ruth Baza
Imágenes; Flickr, Galleryhip, Inspirationgreen, Cosassencillas.


Malmö – Suecia

ESTACIONES


De todas las fórmulas de transporte que conozco son los trenes por los que siento una gran atracción o una cierta debilidad que me lleva, con frecuencia, a visitar las estaciones de las ciudades por donde paso cuando estoy de viaje. (No puedo negar que soy una de las últimas románticas).


En este caso me refiero a la estación más grande del país. Cada día utilizan sus instalaciones más de cuarenta mil personas que viajan en tren, metro o autobús. Merece la pena llegar en un tren o subirte a un tren en la estación de Malmö en Suecia


… pensé cuando me cautivó el interior de aquellos edificios antiguos de ladrillo rojo a los que, si no me lo hubieran recomendado, quizás no hubiera entrado nunca. O cuando atravesé la galería comercial y cuando accedí de ella directamente a los andenes en los que esperaban dos trenes -en este caso modernos- uno blanco y otro de color lila…


En sus espacios de ambiente antiguo hay sitio para todos y para cualquier persona que, por necesidad o por placer, quiera pasar un largo rato bien de espera o simplemente disfrutando de su respetuoso ambiente y de sus instalaciones, del silencio en salones de pequeños apartados preparados para lectura, la conversación o descanso, o para tomar un café o permitirse un “tentempié”.


Merece la pena simplemente pasear un rato por sus amplios pasillos de luz natural, una galería comercial integrada por pequeños locales decorados con una gran selección de productos preciosamente expuestos para animar al consumo a algunos y que son un deleite para todos.

Mi pequeña Nikon me dejó estas imágenes para el recuerdo.