Epidemia

K. O’Meara


Y la gente se quedó en casa.
Y leyó libros y escuchó.
Y descansó y se ejercitó.
E hizo arte y jugó.
Y aprendió nuevas formas de ser.
Y se detuvo.

Y escuchó más profundamente. Alguno meditaba.
Alguno rezaba.
Alguno bailaba.
Alguno se encontró con su propia sombra.
Y la gente empezó a pensar de forma diferente.

Y la gente se curó.
Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante.
Peligrosos.
Sin sentido y sin corazón.
Incluso la tierra comenzó a sanar.

Y cuando el peligro terminó.
Y la gente se encontró de nuevo.
Lloraron por los muertos.
Y tomaron nuevas decisiones.
Y soñaron nuevas visiones.
Y crearon nuevas formas de vida.
Y sanaron la tierra completamente.
Tal y como ellos fueron curados.


6 comentarios sobre “Epidemia

  1. Yo estoy descubriendo la tremenda riqueza del folclore español a través de canciones y bailes que están difundiendo distintos artistas anónimos, gentes del pueblo con dulzainas, panderos, txistus, panderetas, castañuelas, guitarras, laúdes, rabeles… ¡una maravilla! Da gusto ver y escuchar a tanta gente joven interpretando cantos que yo creía olvidados, y ver cómo familias enteras se ponen de acuerdo para hacerlo. Es, si no la otra cara de la moneda, sí el canto o un reflejo esperanzador para más allá de la pandemia.
    Salud.

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