Hubiera deseado dejar de amarte,
dejar que las gaviotas marcharan
a otros acantilados
y volaran lejos como sueños inmaduros
hacia el sur de la templanza,
a los márgenes de la lluvia colgada por los cristales.
Hubiera deseado
huir con ellas de la humedad y el frío incrustados en las paredes
y no sentir la ambigüedad de las despedidas en la sangre.
Pero no dejé de amarte y vuelves
a la mar con tus cantos de sirenas
como si fuera la primera vez,
el agua como espejo donde se miraban
los barcos cuando soñaban la penumbra.
@mjberistain
Nota: los versos en cursiva son de Isabel Fdez. Bernaldo de Quirós
A veces hay que intentar el olvido,
dejar a los recuerdos que vuelen alto,
pierdan fuerza
y si algún día vuelven, sea en calma y sin dolor.
Me gusta mucho. Un abrazo.
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Estrella, buen día. Es así… aunque no es fácil, es preciso fluir en muchos momentos. Abandonar la ansiedad en una papelera del paseo… Un fuerte abrazo.
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bello escrito
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Gracias por acompañarme en este camino de luces y sombras… Un fuerte abrazo.
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de nada MJ
abrazo de vuelta
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Hay un fondo de tristeza apacible, de añoranza, de reconocimiento hacia ese amor «perdido» y que regresa… Creo que la fuerza de la pasión, del dolor, del llanto has querido representarla con tu magnífica fotografía del mar. Me parece un poema precioso, María Jesús, y quiero darte las gracias por la gentileza que has tenido al incluir, como broche final, dos versos de mi libro la Senda hacia lo diáfano.
Muchos besos, amiga.
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Aquí estamos, un poco más unidas… Genial que lo hayas permitido y que te guste el resultado. Un besazo.
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