SUBIR
Hacia la altura donde desaparecen
todos los vértigos
Hacia la luz donde bailan
todos los colores
hacia el silencio donde duermen
todas las melodías
hacia el relicario donde se guardan
todos los aromas
hacia el jardín donde —inmarchitas— viven
todas las flores
hacia la escalera donde las nubes llueven
todas sus caricias
hacia el mar de la serenidad, el que ahuyenta
todos los miedos.
SUBIR
Hacia Ti, que no sé dónde estás
ni sé si ERES.
SUBIR
hasta desengancharme de esta Noria…
que va y vuelve.
O. Gregorio
Imagen Antonio Heredia Morante