Miradme. Admiradme. Envidiadme.
Desafío el riesgo de parecer vanidosa, vestida de gala…

He sido interpretada de miles de formas a través de los siglos.
Me vistieron con plumas de arcángel,
fui sierpe,
dragón alado
pámpano en cierne,
ola marina majestuosamente encrespada,
trompa musical,
garabato de candil.

Mi sonido es suave como el de la ola
que se apaga en la arena de la playa,
como la gasa, como el gusto, como el gozo.

No vengo ahora a envanecerme de mi belleza externa.
Solo me niego a seguir soportando en silencio
los caprichos y agravios comparativos.

Miradme, admiradme, envidiadme.
Sólo soy un rapto de soberbia…

 

sobre palabras de José Hierro
Fotografía Gabriele Corno

 


 

3 comentarios sobre “Rapto de soberbia

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.