Poema de Julie Sopetrán, sencillamente perfecto.
Lo archivo en mi blog con su permiso entre las líneas de OTRAS VOCES que admiro.
Cubierta de musgo, la piedra entre las ruinas
soporta los azotes del viento
me siento junto a ella, la miro, no hay yeso en su piel
tampoco es una piedra rodada ni un guijarro,
inamovible, sonriente, eterna
me atrevo a preguntar si tiene madre
si todavía existe su cantera o la enterró el paisaje de los siglos
¿qué manos la pusieron en el arco toscano
qué desazones pétreas limaron su linaje
por qué está sola y sangra entre los musgos su cara sin fisuras?
Y le pregunto cuántos años tiene
cuánto ha sufrido y por qué sonríe
me responde su silencio monástico
y yo sé que está viva y que ha sido mampuesta
por el que ya está muerto…
Y la miro y me mira
y me gusta crear historias nuevas
sobre su duro cuerpo, cuentos de jade o jaspe
de musgo y plasma y rocas
y le pregunto…
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Es un poema magnífico. Se lo dije a Julie en su página y hoy, que vuelvo a leerlo, lo reafirmo.
Un abrazo.
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Muchas gracias MJ, compartir es mantenerse vivo. Lo agradezco mucho. Mi abrazo fuerte.
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