Una emoción sencilla

 

Todos los años por estas fechas los escasos momentos de quietud que consigo suelen llevar mi mente a reflexionar sobre el tema de las religiones.

Hace tiempo leyendo a Rosa Montero, tuve que mirar en internet el significado de la palabra «sincretismo».

Tendencia a conjugar y armonizar corrientes de pensamiento o ideas opuestas».

Como sincretismo se denomina el proceso mediante el cual se concilian o amalgaman diferentes expresiones culturales o religiosas para conformar una nueva tradición. La palabra, como tal, proviene del griego συγκρητισμός (synkretismós), que significa ‘coalición de dos adversarios contra un tercero’.

El sincretismo religioso es el producto de la unión de dos tradiciones religiosas diferentes que se asimilan mutuamente, dando como resultado el nacimiento de un nuevo culto con elementos y productos de ambos.

El artículo se titula «Todos nuestros dioses«.

«Las religiones organizadas han sido demasiadas veces en la historia el origen de las atrocidades más espantosas (y lo siguen siendo, como en el yihadismo); pero en el impulso religioso básico del ser humano hay también un anhelo de bondad, de fraternidad y de belleza».

Mi religión no la vivo como lo hacía cuando era una adolescente. Mucho ha cambiado pero, sin embargo, me ha quedado ese impulso religioso del que escribe Rosa; una especie de «espiritualidad» de la que no puedo ni quiero prescindir.

Aquí solo destaco su encuentro en el Parque con una mujer…

(una emoción sencilla)

 El otro día me encontré en el parque con una mujer de unos setenta años que vendía gorros, pulseras y diademas de punto que ella misma tricotaba. Era extranjera, no sé de dónde, y obviamente muy pobre, tanto por su ropa limpia pero raída, como por los malos y feos hilos con los que tejía. Su rostro era hermoso. Debía de haber sido muy bella y tenía una sonrisa que iluminaba el lugar. Le compré una pulserita por cuatro euros y le di las gracias por su arte. Y entonces sonrió y me dijo: «Que tus dioses te protejan». Sí; en estos momentos de locura y de odio, ojalá nos protegieran a todos nuestros buenos dioses, nuestros ideales, nuestra voluntad de ser mejores. «Que tus dioses te protejan», me deseó la preciosa anciana. y ¿saben qué?.

Me sentí verdaderamente bendecida.

 

@mjberistain
Imagen FRK049blogspotcom


7 comentarios sobre “Una emoción sencilla

  1. Pues deberías visitar México para vivir el sincretismo a cada paso… esto es realmente increíble (en las últimas semanas escribí dos entradas sobre ello y ambas llevan la palabra «sincretismo» en el título. Casualidades de la vida, dicen).
    Por cierto, la expresión de esa mujer, «Que tus dioses te protejan» es maravillosa para estos tiempos donde todo el mundo trata de imponer sus ideas o sus dioses (tal vez lo mismo).

    Un abrazo.

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    1. Ver artículo de Rosa Montero del 10/4/2016 titulado «todos nuestros dioses» del que surge mi inspiración, aunque la publico a propósito de mi inquietud en las fechas navideñas. Detecto un cierto tono peyorativo. Descubiertos tus dos artículos sobre el tema a raíz de la mención que haces en este comentario. Lástima de casualidad… si es que existe. Un abrazo.

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