I
Tu madrugada me sabe
a perfiles de salitre
que dibujan
en nuestras sábanas de espuma
las gaviotas blancas,
y a musgo y a ternura
reptando
por las caderas adormecidas
de nuestra soledad…
II
El tembloroso rubor de un rayo de luz
sobre las aguas
delataba el idilio secreto de las olas
y olía el aire a salitre
y a caricias derramadas…
III
La mar,
en un ritual de silencio
sugería un eterno abandono,
mientras se derramaba
en aromas de apretados musgos
envolviéndonos la desnudez
en un nocturno
de embrujo aterciopelado,
Palidecía la luna
en un rincón de la noche
y el vértigo
se abrazó a mi cintura.
@mjberistain
Fotografía Mikel Vega