Aún no amanece, son las tres de la mañana.
Me apoyo en el cristal frío y desnudo
esperando a la claridad que vendrá
desde la fiel certeza de un reflejo.
Las sombras flotan palpitantes
sobre las sábanas revueltas.
Presencia de pájaros ingrávidos
rasgando límites que me desviven.
Vuelan en el silencio como palabras
de mis páginas hacia un cielo límpido.
Como alas en la noche resplandecen
ante el prodigio de ser solo un sueño
en los espejos, cuando llegue el alba.
Inspirado en un texto de Carlos Alcorta

Gracias por este poema, Mª Jesús. Siento en él las posibilidades moviéndose en lo incierto, en lo que todavía no es. Y así siento la esperanza de lo que puede ser.
Mila esker, eta besarkada handia!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mi querida Goiztiria, me emociona tu interpretación que tanto se acerca al fondo del poema. Agradezco muchísimo tu presencia entre mis cosas y tus mensajes que me animan a continuar en este camino. Mila esker, muxuk.
Me gustaMe gusta
«Vuelan las palabras desde el silencio
de mis páginas, hacia un cielo limpio»,
«esperando la claridad que vendra
desde la fiel certeza de un reflejo».
Un poema precioso. He destacado esos versos, pero todo él me llega dentro. Un abrazo, amiga.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias por tu presencia entre mis páginas y por tu comentario. El mérito del texto debo de atribuírselo a Carlos Alcorta, yo he trabajado con sus palabras dándole mi propio sentido, vivido entre los reflejos; es un recurso que me interesa mucho. Un fuerte abrazo. Buen finde amiga
Me gustaMe gusta