quién sabe jugar al mus?


¿Quién sabe jugar al Mus?

Se establecieron varios grupos, de chicos fundamentalmente, y apenas alguna chica (entre ellas, yo). Después de las presentaciones y de la adjudicación de parejas, mi compañero, un chico con un físico atractivo, moreno, de facciones varoniles y espléndidos ojos de color azul cobalto, se dirigió a mí y con su imperiosa voz preguntó incrédulo: ¿tu sabes jugar al mus?, a lo que contesté afirmativamente.

—Bueno, pues tú callada. Yo llevo la partida.

Éramos muy jóvenes, componentes de un equipo que viajaba a Suiza a participar en una competición de ski. El autobús se desplazaba animado por la pericia de Manolo el conductor, un hombre algo mayor que el grupo, pasado de alegría y vitalidad, o aún afectado por la resaca del día anterior que le mantenía hiperactivado, por lo que resultó ser un viaje memorable.

No soy una perdedora, y, aunque la humillación hervía en mi interior, no fui capaz de negarme a jugar. Me alegré de verdad de perder aquella partida.


Esto es una pequeña anécdota vivida de cómo hemos sido tratadas las mujeres «a las que se les ha cortado la lengua de forma literal y metafórica a lo largo de la historia».

Ver completo el artículo de opinión en el diario EL PAÍS escrito por Nuria Barrios titulado «El silencio de las mujeres«

Además de cortarles la lengua había otras maneras de silenciarlas.También se les dormía o se les ninguneaba haciendo caso omiso a sus palabras. Como fue el caso de Casandra, hija de Príamo, que predijo que su hermano Paris causaría la destrucción de Troya y que el caballo de madera que los griegos dejaron en las puertas de la muralla era una trampa. Nadie le hizo caso. Cuenta el mito que el dios Apolo, furioso porque ella no quiso entregarse a él, le dio el don de la clarividencia con el tormento de que sus advertencias serían ignoradas. No pudo violarla, pero ejerció sobre ella una forma perversa de violencia: despojarle de credibilidad. Ridiculizó su voz hasta reducirla a un blablabla.

Así mismo, el caso de María Moliner, a quien no se le reconoció autoridad al rechazarse su candidatura en la RAE en 1972 después de haber escrito el diccionario de uso español más completo, útil, acucioso y divertido de la lengua castellana.


Otras referencias:

Novela histórica del mismo título escrita por Pat Barker

LA GUERRA DE TROYA FUE SIEMPRE LA GUERRA DE LAS MUJERES

La ganadora del Man Booker Prize Pat Barker ahonda en la leyenda intemporal de la Ilíada y narra las últimas semanas de la guerra de Troya desde la perspectiva de las no combatientes; una novela poderosa y memorable sobre el más grande de los mitos griegos…

Leer más… Novela histórica del mismo título (El silencio de las mujeres) escrita por Pat Barker

Pat Barker nos ofrece una obra maestra de dimensiones colosales, ambientada en el epicentro de la guerra más famosa de la literatura. El silencio de las mujeres se erige sobre su estudio de la guerra, al que ha dedicado décadas, y el impacto que tiene en la vida de las personas.

«En la Ilíada, esa oda a la destrucción causada por la agresión masculina, las mujeres son el objeto a través del cual los hombres luchan entre sí para afirmar su estatus. Las diosas siempre tienen algo que decir, pero las mortales suelen permanecer en silencio y si hablan es solo para lamentarse: por la caída de Troya, por sus hijos, padres y esposos muertos, y por su propia libertad, tomada a la fuerza tanto por los vencedores como por los vencidos».
The Guardian


«Siempre nos quedará mañana». Película italiana. Una buena película recientemente estrenada que, por el tema controvertido del que trata, ha despertado críticas diversas.


Ladran, luego cabalgamos…


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