Blancas madrugadas,
briznas de mar en la piel de los sueños
y en la huella de los zapatos.
Blanco en la orilla silenciosa
de los nombres aprendidos,
blanco el rastrear de las mareas.
Blancas las nueces y las almendras
que dejé olvidadas en antiguas alacenas
descuidadamente, blancas.
Blancas las cintas en el baúl de la ropa
blanca, la seda alegre de las cortinas
y las voces de los amigos.
Blancas las rosas bordadas en la cintura
como un arco iris de ágiles mariposas
en las entrañas tiernas.
Blancas las gotas de luz encaramadas
como guirnaldas de flores frescas
a la fascinación de las fiestas.
Blancas letanías en el altar de Afrodita
—santuario de los gestos del amor—
Blanca la piel saciada de deseo.
Y…
Blancas las noches de ambrosía.
cuando resplandecía llena la luna,
y el sol en sus brazos se quedaba dormido.
@mjberistain