Todos los sures adonde no has viajado ya no serán el Sur, aunque los veas,
porque no has sido nunca, a este lado de ti y en este espejo, esos otros viajeros de ti mismo.
Y el Sur al que viajaste no es el Sur adonde tú has viajado:
Se quemó con lo que pudo haber sido y lo que ha sido.
Una idéntica hoguera de fuego irreparable consume el desconcierto:
hay mil caminos por cada uno de los que emprendiste;
hay mil noches por cada noche memorable tuya;
hay mil palabras por las que tú has callado y las que has dicho;
Hay mil rostros perdidos por cada rostro que recuerdes hoy,
y ya no existe arreglo para nada, ya nadie puede desandar los rostros,
o desdecir las noches, o desencaminar cualquier palabra.
Todo lo que sucede es el Sur.
A este lado de ti y ante este espejo, todo lo que sucede es para siempre.



A este lado de ti y ante este espejo, todo lo que sucede es para siempre.
Poema de Carlos Marzal