Decía Gabriel Celaya:
La Poesía «crea amistad y da consistencia a la conciencia»
Estás aquí, en mí mismo
Ni te veo, ni te pienso,
ni te veo, ni te sueño.
Sólo estás. Estoy contigo.
Yo a tu lado, tú conmigo.
Estamos uno en otro, tan reales
que, con ser poco, ese poco es ya bastante.
Estamos en lo que somos,
de puro simples,
Totales.

Alderdi Eder, 19 de febrero, cuatro de la tarde…
Tamarindos desnudos perfilados
contra el puro posible de la niebla.
Callando, se oye el mar que rompe lento
en las playas remotas de otros mundos.
Suspenso, el corazón guarda un secreto
vive allí donde no es ya sólo mío
La pura posesión, la nada pura
en lo alto de un latido que no vuelve.
Dicen de él que nació en 1911 en Hernani y murió en 1991. En realidad, se llamaba Rafael Gabriel Múgica y fue un vasco recio, ibérico o celtibérico, firme, leal y resistente a todas las adversidades, al fascismo, al dolor y a la derrota. Su obra más conocida está relacionada con una determinada conciencia social ligada al partido comunista.
Idealista, despistado, de esos que saludan respetuosamente a la gente sin darse cuenta de que son sus vecinos. Era ingeniero industrial que escribía versos, un señorito que militaba con los comunistas, un ateo que vivía en gracia de Dios. Vivía ilusionado con la poesía, con los amigos y con un mundo de gente buena.
… y demos a cualquiera lo que pide:
El fruto natural, el agua limpia
que refresca los labios no besados,
un poco de aire libre y de justicia
y un momento salvado de la angustia:
La belleza y la paz: la poesía