Esa luz del amanecer tan pura me da miedo,
llueve, pero hoy creo que es un error del universo
todo tan puro, tan absolutamente hermoso…
Siento el aliento del desapego
ulular entre sonrisas saciadas de pétalos
y espinas en el jardín saqueado.
Debe de esconder algo así como
la punta de lanza de un amor que mata
con afilado instinto de posesión.
Temo la lluvia que también se fosiliza
en las sienes de los relámpagos
y en su hiriente belleza quebradiza.
Nunca la lluvia fue tanto, nos dio tanto, nos promete tanto como en la belleza de estos versos tuyos, Maria Jesús. Un abrazo y salud.
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Mi querido Julio, tus palabras iluminan mis cuadernos y mi espíritu. Gracias inmensas por acercarte a mi txoko.
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Qué bonito, qué bello. Si leyera tu poema y viera esa magnifica foto estando lejos de San Sebastián, temblaría. Ya lo hago ahora.
Nivelazo.
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También tiemblo cuando en sueños escucho desde lejos el resonar de la lluvia en el asfalto; tiene un sonido tan entrañable y familiar…
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No sería capaz de leer este poema sin disfrutar a la vez de la foto, como tampoco sabría separar una cosa de la otra. Y me tranquiliza saber, que soy incapaz de hacer tal cosa. Precioso María Jesús.
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Hermosas palabras. Me tranquiliza saber que así, tal como es, te lo ha hecho llegar el viento… Un abrazo
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Siempre te acompaña la belleza.
Un fuerte abrazo!!
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La busco, la busco… en estos tiempos de desazón y difícil esperanza, necesito encontrarla en cualquier rincón del universo… Gracias preciosa. Un abrazo delicado.
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Muy buen poema María Jesús. Enhorabuena. La fotografía espléndida. Maravillosa. Un abrazo!
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Agradezco sinceramente tus palabras y me encanta que te guste lo que encuentras por aquí. Un abrazo fuerte. Cuídate.
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