Entre cables y cristales

He vuelto a ser como la niña
con zapatos nuevos
mirando al mar
desde la barandilla
de la bahía
en un atardecer
de luces cálidas
que encendían
la tarde y la llenaban de sueños.

En el horizonte
del cielo azul de la pantalla,
entre cables y cristales
yo os buscaba
para sentiros cerca,
muy cerca,
a mi sangre llegaba
el calor de vuestra sangre
palpitando, alcanzándome
como una marea silenciosa
invadiendo invisible,
desbordando, el corazón
a la deriva del viento a favor.

Entonces, yo era una barca pequeña…

@mjberistain






13 comentarios sobre “Entre cables y cristales

  1. Bueno, gracias a este horizonte azul de la pantalla, la singladura nunca ha dejado de estar presente… en ese sentido ¿no sigues siendo una barca pequeñita? Ojalá me digas que sí (así, al menos, no me siento tan solo en estos mares infinitos).

    Un fuerte abrazo.

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  2. No sé qué sucede, pero nunca me deja pinchar el «Me gusta» para dejar constancia de algo que no te podrías ni imaginar, que lo que escribes me gusta. Espero que el calor de mi sangre y la alteración de mis palpitaciones con tus lecturas te llegara una media hora después de terminar. Fue intenso, he de reconocerlo, y si tú eras la barca pequeña yo fui cáscara de pipa de girasol flotando en la tormenta.
    Gracias infinitas a tí, por hacerme vibrar. Un abrazo.

    Le gusta a 1 persona

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