Contempla su belleza decadente,
la Flor de Pascua.
Presiente que en unas horas cederá
al tiempo y caerá, su estela de luz,
como caen las estrellas.
La vida es así,
la sabiduría, la virtud, la belleza
sabe que no están dadas para durar eternamente.
Más vale que el corazón esté preparado
para el adiós,
para el duelo y para darse a constelaciones nuevas.
@mjberistain
No había leído tu poema anterior «La mirada perdida», prólogo de éste, van juntos, vamos todos a una. Echas de menos la mar.
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Algo hay en ello…
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Pufff, que te dure mucho tu sabiduría, tu virtud y tu belleza para seguir dándonos tanto. Real y bello, me ha hecho temblar. «Cuidao ahí»
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Cuidao…!!!
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Somos flor de pascua, sin duda. Gracias por este hermoso poema, querida María Jesús.
Feliz día y un fuerte abrazo.
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La más bella, dicen, la poinsettia… también cede al crujir de los días y necesita oscuridad y silencio, concentración para renacer espléndida cada invierno. Un gran abrazo
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Magnifico poema reflexivo!! Un abrazo!
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Página de autor, mi querida Isabel, agradezco mucho tu compañía en este empeño y tus generosos comentarios. En el fondo me ilusiona que te guste lo que lees en estas páginas. Un fuerte abrazo.
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