La playa

Le vi vagar por la penumbra
las manos en los bolsillos vencidos
arena en las suelas de sus zapatos
y un fleco de su cabello tapándole los ojos.

Recuerdo que una fina lluvia se afanaba
en forma de hilos de cristal que saltaban
y salpicaban justo antes de caer en las aceras,
¿o quizás era después?.

Le vi apoyarse en una farola y juntar sus manos
protegiendo la llama de una cerilla para encender un cigarrillo,
después, brotó de sus labios una nube de humo confusa
que se estrelló contra la noche.

Mecía el mar la soledad como a una pequeña barca
con nombre de caricia. A la orilla llegaban cristalinas burbujas silenciosas
como lejanas y tímidas risas de niñas.

¡Qué pena! —pensé—

La tristeza es a veces como una playa nocturna y solitaria cuando baja la marea;
como sus olas sobre la arena, minúsculas pero constantes desgarraduras.

@mjberistain

16 comentarios sobre “La playa

  1. Hermosa mirada sobre un tema que muchos tocan de manera demasiado drástica. La tristeza (cierta tristeza, al menos) no es tan mala después de todo (imagino un mundo de felicidad constante y tiemblo, créeme). La delicada imagen final es perfecta.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Coincido en que la felicidad constante sería un «aburrimiento», nos dejaría sin poder de reacción, sin creatividad, sin ilusión ni emoción. Puaff, Qué bien estamos así… la insatisfacción como «estado» positivo, de crecimiento.

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      1. Pues nos estamos entendiendo más que bien. Si me permites la descortesía de recomendarte un libro, te diría que cuando puedas le des una ojeada a El arte de saber vivir, de Schopenhauer (ya verás porqué siempre estoy nombrándolo); porque él dice lo mismo que tú acabas de decir. «todo esto es una porquería», dice «pero tenemos la creación, el arte, el ocio productivo, el amor para salir de toda esta mediocridad». La felicidad, entonces, no es el estado bobo que la mayoría supone; sino que es un estado de plenitud que no siempre mueve a risa. Y es allí adonde tenemos que apuntar, como lo haces tú con tus fotos o tu poesía, por ejemplo.

        Abrazo apretado.

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    1. Isabel, parece que empiezo a volver a mi «cauce», hoy primer día desde hace once meses que no hacía deporte por mi lesión de muñeca. Estoy encantada… A ver si me da equilibrio para retomar este espacio tan amado en el que se encuentran nuestros corazones. Un gran abrazo.

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