Prometo que puse mucha ilusión y todo mi interés. Pero para nada fueron suficientes todos mis intentos de sacar una fotografía digna del planeta y de la ocasión.
Así que, esto es lo que hay.
Juro que miré hacia el sur, también juro que estaba un poco aturdida de encontrarme en el centro de un grupo de expertos astrónomos y otros amigos.
Y lo vi, a él, a Júpiter y a sus lunas o (satélites galileanos) por medio de uno de los telescopios, un Celestron C11 (lo llamaban).
Y también lo vi, solo a él, a Júpiter sin sus lunas alrededor, entiendo que ello fue debido a la gran potencia del telescopio C11 comparada con la de mis ojos imperfectos.
Hacía calor y en el ambiente a más o menos setecientos metros de altitud el paisaje aparecía cubierto con una leve neblina que apagaba la luz de los vivos colores del mes de Junio.
Experiencia muy agradable y francamente interesante propiciada por las personas con las que allí nos encontramos, miembros de la Sociedad Izarbe
y de la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa.
A ellos y a ellas todo mi agradecimiento
Una niebla densa fue instalándose a nuestro alrededor… y apagó el cielo.
Prometimos volver otra noche…