Sobre el Amor… (quise decir sobre el «Humor»)

 

«La vida hay que tomarla con amor y con humor.
Con amor para comprenderla y con humor para soportarla».
Bien podría haber sido una frase de Groucho, pero leo que dice Anónimo

 

Sinceramente no estoy del todo de acuerdo. Vamos a decir que si los componentes de la vida pudieran diseccionarse, el humor sería una de sus partes, y quizás una de las más importantes, por supuesto.

¿Y, el amor?

¿Dónde encaja en esta teoría que también el ser humano necesita —sin ser excluyente— de ese amor en el que se reconoce como «dador» o «receptor» de una calidad y calidez de relación personal por la que en según qué situaciones daría su propia vida a cambio, aunque esto pudiera suponer un drama en su interior.

Bueno, acepto que pueda gestionarse mejor desde el buen humor cualquier contrariedad que se interponga en nuestra ruta vital, que aunque siendo una ficción no deja de ser lo más valioso que tenemos mientras vivimos.

De un texto publicado por Cultura Inquieta y firmado por Alejandro Mar G

Diversos estudios muestran que las personas consideradas como chistosas, evaluadas como con un buen sentido del humor, tienen también un alto coeficiente intelectual. Igualmente, varios estudios muestran que los «seres humanos»  —variación mía del texto, en lugar de «hombres», sin ánimo de polemizar—con buen sentido del humor son considerados como más atractivos. Tal vez el humor sea el más sincero afrodisíaco.

Más allá de esta correlación, el humor es un signo de inteligencia en tanto que demuestra una perspectiva ligera y clara de la realidad. El hombre o mujer que torna el mundo en risa, en gozo, está ejecutando una dinámica de no tomarse demasiado en serio el mundo, lo cual es la puesta en escena de un axioma, de entender correctamente un principio de la realidad.

El mundo es a fin de cuentas impermanente, la identidad a la cual nos aferramos es polvo, no tiene solidez, es una designación conceptual. El mundo es incierto, una gran ficción. Si no tienes definición, si todo está abierto, puedes ser otro. Jugar es lo correcto. Tomarlo con humor es tomarlo con filosofía.

El humor es el amor a la creatividad del ser: nos estamos recreando cada instante (el polvo de estrellas de nuestras células es una mezcla volátil de génesis y fin del mundo). El humor es superar el error de lo literal, ir más allá del encasillamiento de la lógica de que las cosas son sólo esto o esto otro (y no todo y no nada).

El humor es la acción del reconocimiento de que el mundo es un sueño, y que podemos estar despiertos sin que haya un final (cuando te despiertas en un sueño, lo único que queda es jugar con la realidad inocuamente). En el humor ensayamos a cambiar nuestra forma de ver el mundo y eso nos permite, eventualmente, hacer que las cosas sean distintas Que sean como el mejor humor que tenemos.

Como esa dicha de verlo todo en una profusión de júbilo emanando cascadas-carcajadas desde el centro de la conciencia. La ficción es subversiva, el estirar la liga esculpe la realidad. Escribes tu autobiografía, pero sabes que la persona de la que escribes es sólo un personaje; en realidad, es muchos personajes.

A fin de cuentas, «Toda autobiografía es una obra de ficción.» –T. K.

 

 

 

4 comentarios sobre “Sobre el Amor… (quise decir sobre el «Humor»)

  1. Amor del bueno y humor inteligente pueden formar una combinación perfecta. Lo contrario…¡un desastre!
    Gracias por acercarnos el texto de A.M. y por tu oportuna reflexión.
    Querida María Jesús, con aromas de sidra que aún perduran en el ambiente y con mucho amor y humor, te deseo un apacible y feliz domingo.

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