Quinto piso

Todo era humo
bajo la piel tormentosa de las sábanas;
un rapto de rudeza y ternura
como el batir de olas de un mar en furia

Antes,
el ruido era ensordecedor en la calle
solo atendía a la luz intermitente y dudosa
de los semáforos más tristes,
sabía
que lo único que deseaba era huir
de allí,
escapar de su cuerpo,
del aire viciado de las ciudades,
de la luz mortecina de los portales,
de la agonía de las ciento once escaleras
de paredes desconchadas
y sucias
.
Escapar del miedo al deseo
que esgrimía, sin tregua, tormentas
de relojes de arena, también en su boca.

Solo pensaba en no perder
cuando perdiera el sabor de sus labios.

Más tarde,
solo escuchaba el manso rumor de los trenes
efímeros cruzando las noches.


@mjberistain

10 comentarios sobre “Quinto piso

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