Las nubes hoy
resultaron ser flores caídas
cuando crucé la cima.
Sochô
He soñado
con tus palabras
—dame un beso, dijiste—
y tu voz se hizo poesía.
Dormitan los cuerpos
entrelazados.
Amanece…
Desde la almohada
la luna parece ajada,
los campos
se ocultan
y enmudecen
bajo la niebla que se extiende,
¿hasta dónde llegará?
En el jardín aún quedan flores
vestidas de escarcha.
Se escucha el torrente de agua
corriendo a lo lejos
y el aire, que juega entre los juncos.
Pasa el tiempo…
Amanece.
Las cimas de las montañas
están nevadas;
Peñas de Aia
frente a las ventanas,
las sábanas siguen húmedas
y afuera la fría lluvia
repica
sobre la tierra, con mansedumbre.
¿Seguirá ahí la luna?
Nunca dolió la soledad dentro de tu casa…
@mjberistain
Hermoso poema, María Jesús, lo he disfrutado. Gracias por tan hermosas letras. Besos.
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Julie, gracias siempre a ti por estar así de cerca…
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