PERDÍ LA CORDURA
The fool on the hill
Perdí la cordura,
entre aromas de helechos,
silbidos de pájaros,
tu voz a mi lado,
el aire y el sol acariciando el escenario.
Prados y bosques, peñascos,
montañas altivas desnudas,
luciendo todas sus galas,
sus aguas,
sus conquistados cielos…
Loco al fin,
como me prometió la vida,
puedo decir que me sentí feliz.
Quise vivir y viví.
Karlos Gimenez