Había en el ambiente un olor dulce, áspero, como el olor de la locura, de un tiempo solo para los cuerpos.
Apenas hablaron. Se tocaban, era un rapto del tocar, un susurro que los fulminaba y convertía aquel lugar en el lugar de sí mismos.
Sólo un punto en el espacio de una travesía.
Quiero perderme. Quiero no regresar. En ti. Y desprendía su vestido con el movimiento adelantado de la boca. La mirada posando como un ave sobre los hombros temblorosos. Arrebatándole la historia de su vida como si fuera toda ella un sorbo del néctar anhelado. La palabra imposible en el idioma posible de su infancia. En ti. Me pierdo en ti.
Y ella resbalando por sus palabras, cayendo en la laguna de su piel perfumada hasta besar la verticalidad de todo su cuerpo. Perdida en una desconocida lengua. En el grito ahogado de su cuerpo…
Extractado de Travesía
Autora María Navarro