De todas las fórmulas de transporte que conozco son los trenes por los que siento una gran atracción o una cierta debilidad que me lleva, con frecuencia, a visitar las estaciones de las ciudades por donde paso cuando estoy de viaje. (No puedo negar que soy una de las últimas románticas).
En este caso me refiero a la estación más grande del país. Cada día utilizan sus instalaciones más de cuarenta mil personas que viajan en tren, metro o autobús.
Merece la pena llegar en un tren o subirte a un tren en la estación de Malmö en Suecia
… pensé cuando me cautivó el interior de aquellos edificios antiguos de ladrillo rojo a los que, si no me lo hubieran recomendado, quizás no hubiera entrado nunca. O cuando atravesé la galería comercial y cuando accedí de ella directamente a los andenes en los que esperaban dos trenes -en este caso modernos- uno blanco y otro de color lila…
En sus espacios de ambiente antiguo hay sitio para todos y para cualquier persona que, por necesidad o por placer, quiera pasar un largo rato bien de espera o simplemente disfrutando de su respetuoso ambiente y de sus instalaciones, del silencio en salones de pequeños apartados preparados para lectura, la conversación o descanso, o para tomar un café o permitirse un “tentempié”.
Merece la pena simplemente pasear un rato por sus amplios pasillos de luz natural, una galería comercial integrada de pequeños locales decorados con una gran selección de productos preciosamente expuestos para animar al consumo a algunos y que son un deleite para todos.
Mi pequeña Nikon me dejó estas imágenes para el recuerdo.
Una maravilla lo que nos traes hoy, se lo mire por donde se lo mire. Siento un especial cariño por el tren como medio de transporte, ya que mi padre trabajó en el ferrocarril argentino toda su vida, por esa razón nosotros viajamos gratis hasta los dieciocho años (es decir que recorrimos muchísimos kilómetros por ese medio). Recuerdo el espacio de trabajo de mi padre –una garita en un cruce muy importante de mi ciudad–, un lugar lleno de romanticismo y de magia para un niño como era yo por aquel entonces. Gracias por traer tantos recuerdos a través de unas imágenes maravillosas.
Un abrazo.
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“Llegar” y movilizar las emociones y los recuerdos… Conseguirlo es un regalo especial que me ofreces al leer mis cosas. Gracias Borgeano por tus palabras.
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La estación. Un punto de llegada o un punto de partida, como cualquier momento de la vida. Buenas fotos y lugares preciosos. Buen día.
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Corazón, que no me da la vida… Así es, gracias por leerme. Un abrazo fuerte
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Me encanta… Y hoy más en una esperando a mi hija 😃 besos
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Han pasado unos dias, estoy un tanto desordenada, pero ya te he visto FELIZ con ella… Me alegro mucho. Un abrazo
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Graciass!! Besos
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Compartimos predilección por ese medio de transporte…
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El romanticismo del tren y sus estaciones. Me encantan!
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Muchas vivencias guardan como mudos testigos los trenes y sus estaciones… Tema especialmente sugerente, verdad?. Un gran abrazo.
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Si. Muy sugerente.
Yo he vivido tristes despedidas o maravillosos reencuentros en estaciones de tren. La belleza de algunas de esas estaciones y la simbología que contienen da para una vida entera de poemas. Besines amore.
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Es un museo que late con vida propia
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Margui, me alegro de coincidir contigo, tú lo has definido perfectamente, “es un museo que late con vida propia”, no podía encontrar mejor definición. Gracias por tu apoyo. Un besazo.
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igual no nos cruzamos pero sigo todos tus pasos, jjj, y me ha encantado la entrada, gracias a ti por regalarnosla
besos
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