Me detengo en cualquier lugar del camino. Estoy rodeada de una Naturaleza a la que es difícil definir con adjetivos conocidos.
Hoy mi pequeña cámara nikon tira de mí hasta este pequeño rincón que remata el puente, abajo, al lado del río.
La luz y el silencio me llevan por nuevas rutas, me dejo seducir por la locura de la belleza.
La brisa embriaga con suaves aromas cítricos.
En elegante elaboración, tratada por la sensibilidad de jardineros reales, exclusiva en los jardines de Oslo.