Tienes los ojos de un azul cansado
y la presencia azul
del navegante que vuelve.
Los atardeceres te recogen
como si fueses la hoja
de un otoño lluvioso.
Desde las orillas de la voz
se derrama tu palabra
y cae sobre el cuerpo extendida,
mientras el corazón duerme
la nostalgia del olvido.
Autor: Lorenzo Saval
La nostalgia del olvido también es azul. Precioso poema!. Un saludo.
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Bienvenida Maria Jesús. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
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