Tan dócil
la rugosa superficie de tu piel a la caricia
que, ¡cómo evitar abismarme
entre tus muslos prietos,
enroscarme entre los rizos negros de tu pecho,
ser audacia
ante la jugosa plenitud palpitante de tu deseo!
¡Cómo no seducirte,
seducirte y trazar un camino muy estrecho
desde la concupiscencia hasta mi sueño
y rozarte dulce,
y violentamente
engarzarte a mi jadeo!
@mjberistain
He querido releer esta entrada que ya marqué como «me gusta». Quería decirte de manera directa que es una de mis favoritas. Un saludo.
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